domingo, 19 de abril de 2009

SATIRA

EL SAQUE OBAMA Y EL BLA BLA BLA

Por: Héctor Peraza Linares
Madrid, domingo 19 de abril de 2009



Suena el silbato del juez.

Acaba de comenzar el juego entre Obama y Castro.

La cancha trasciende las fronteras de Estados Unidos y de Cuba, y se extiende por el mundo entero. Miles de millones de espectadores están pendientes de este histórico y trascendental encuentro.

En el juego de tenis de campo, los saques o servicios fundamentales son los siguientes: el de arriba, el de abajo, el de gancho y el lateral. Desde hace unos días este deporte conoce un nuevo servicio: el “Saque Obama”.

Como es sabido, el saque da inicio al juego ofensivo. Por lo tanto, Fidel Castro está a la defensiva. Obama le ha robado la iniciativa al vetusto dictador cubano que, a lo largo de los últimos cincuenta años, ha utilizado, por ejemplo, el “Saque Camarioca”, el del “Mariel”, el de “Guantánamo”, y el “Saque Bombo” (para el que se lo saque).

Si el pitecantrópico gobernante no reacciona como el mundo espera que lo haga, llevando a cabo la devolución que reclama la historia, el sentido común y las reglas del buen juego político, Obama se anotará un punto ante la opinión pública internacional, y de cara a los pueblos cubano y americano. En tal caso el decrépito tirano quedará descaretado y desraquetado.

Si el juego se desarrollara como es debido, a la iniciativa del presidente americano de liberar los viajes de los cubano-americanos a la isla, así como las remesas que estos puedan llevar a sus familiares, el riflexionero ex comandante en jefe debiera, por ejemplo, liberar a todos los presos políticos y declarar ante el mundo que, de ahora en adelante, en Cuba se respetarán cabalmente los Derechos Humanos.

La anterior sería una contundente devolución de Castro al brillante y potente saque, de alta velocidad y precisión, de Obama. Pero eso no va a suceder.

No nos hagamos ilusiones, aunque seamos admiradores y seguidores, casi fanáticos, de la libertad.

Pudiera ser, incluso, y Dios quiera que así sea, que Castro libere a los presos políticos. Pero, unos meses después, a las cárceles irán a parar otros opositores o periodistas, abogados, sindicalistas, economistas, maestros, obreros, campesinos, intelectuales, artistas, sociólogos y blogueros independientes.

Hasta el día de hoy, domingo 19 de abril del 2009, a las cuatro de la madrugada, hora de España, el juego lo va perdiendo, uno a cero, el cincuentenario tiranosaurio de la descuarejingada, marañera, pelimpimplética y tramposa raqueta de cuerdas demagógicas, mentirosas y megalómanas.

Durante medio siglo el saque siempre le había correspondido a Fidel Castro. Esta es la primera vez que un presidente americano, de los once que ha conocido el dictador desde que se subió al poder en 1959, le ha tomado la delantera.

La gran pregunta que se hace la humanidad en estos momentos es ésta: ¿Cómo responderá Castro al novedoso“Saque Obama”?

Castro lo responderá con un raquetazo tipo “bla bla bla”…

jueves, 16 de abril de 2009

SATIRA

LOS BURLADORES BURLADOS

“Dijo la zorra al busto, después de olerlo:
Como éste hay muchos, que aunque parecen
hombres, sólo son bustos”
Félix María de Samaniego
(Fábulas en verso castellano)

Por: Héctor Peraza Linares

(descendiente literario de Tirso de Molina)




Carlos Lage, Felipe Pérez Roque, y un amigo de ambos llamado Conrado Hernández, juegan una partida de dominó en el patio de la finca de éste último, en Matanzas. Tres botellas de ron están sobre la mesa. Entre ellos se desarrolla, en medio de tragos, risotadas y carcajadas, la conversación siguiente:

Roque – Raúl ha ordenado construir una caja de muerto, para Fidel, de veinte metros de largo. ¿Saben por qué? Voy a salir por el doble cuatro. ¡Qué rico está este ron!

Lage – Yo no lo sé. Cuatro uno. ¡Sabroso que está el roncito!

Conrado Hernández – Yo tampoco. Uno cinco.

Pérez Roque – Para ver si se decide a estirar la pata… cinco dos.

Salen estruendosas carcajadas de sus tres gargantas.

Lage – Dice radio bemba que a Fidel no lo ha vuelto loco la enfermedad que padece. Me doblo en el dos.

Roque - ¿No? Dos seis.

Conrado Hernández - ¿No? Seis cinco.

Lage – No. Dice radio bemba que a Fidel lo ha vuelto loco Raúl desde que está de
presidente. Cinco tres.

Roque – Ven acá, Lage, entonces, ¿quién ha vuelto loco a Raúl? Tres cuatro.

Lage – A Raúl lo ha vuelto loco Fidel desde que está enfermo… Cuatro nueve.

Conrado Hernández - ¿Es decir que los dos están locos? Nueve dos.

Lage – Asi mismo es. Están locos de atar. No llevo.

Roque – Más bien están locos de colgar… dos siete.

Salen estruendosas carcajadas de sus tres gargantas. El trío se da nuevos tragos de ron.

Roque – Les voy a hacer una adivinanza. ¿Quién fue primero, el huevo o Fidel? Siete ocho.

Lage – El huevo. Ocho cuatro.

Roque – No. Fue Fidel, porque primero vino Fidel y después el huevo, que ha sido el alimento básico del pueblo cubano en estos cincuenta años. Cuatro cinco.

Carcajadas a tres bandas. Más buches de ron.

Lage – ¿Qué hubiera gritado Rodrigo de Triana, desde la carabela La Pinta, si el 12 de octubre de 1492, a las dos de la madrugada, al avistar la isla de guanahaní, hubiese visto a Fidel? Cinco uno.

Roque – No se me ocurre lo que hubiera gritado. Uno nueve

Conrado Hernández – Ni a mi tampoco. Nueve seis.

Lage – ¡Loco a la vistaaaaaaaaaaa! Seis ocho.

De tanto reír dan palmadas sobre la mesa y las fichas de dominó vuelan por los aires.

Lage - ¡Se trancó el dominó! Ocho cinco.

Roque - ¡Dale agua! Cinco uno.

Conrado – ¡Ustedes son unos bota gordas! Uno blanco.

Lage – No hagan trampas, señores. Blanco seis.

Roque - ¡Jueguen limpio! Seis nueve.

Conrado – Nueve dos..

Lage – ¡Me pego!

Roque - ¡Aquí hay trampa!

Los tres amigos, después de terminar de beberse las botellas de ron, caen al piso uno tras otro. Al despertar de la tremenda borrachera, descubren, aterrorizados, que se encuentran en el interior de un calabozo de la Seguridad del Estado. Un guardia, a través de las rejas, les entrega un papel, firmado por Fidel y Raúl, que trae escrito, bajo el membrete del periódico The New York Times, lo siguiente:

¡LOS QUE RÍEN ÚLTIMO, RÍEN MEJOR!

sábado, 4 de abril de 2009

SATIRA

CHISTES CASTRÓLUCUS (IV)
Por: Héctor Peraza Linares

FIDEL EN EL JUICIO FINAL

El ángel del Señor ha hecho tocar la trompeta del Juicio Final. Todos los resucitados abandonan sus sepulcros y se encaminan hacia una inmensa explanada para asistir a la última vista pública. Sólo Fidel no abandona su sepulcro. Raúl va a buscarlo y a decirle que se apure. Raúl llama a la puerta:

- Vamos, Fidel, apúrate que llegamos tarde.

- ¡Yo no voy! – contesta el ex presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

- ¡Qué es el Juicio Final!

- ¡No me importa! ¡No salgo!

- Pero, ¿por qué Fidel?

- Porque, después de haber dejado a Cuba destruida como la dejé, en cuanto salga del sepulcro me matan.

FIDEL QUIERE ENTRAR AL CIELO

Fidel llega al Cielo. Dialoga con San Pedro:

Fidel: - Quiero entrar en el Cielo.

San Pedro: -¿Quién eres tú para pretender tal cosa?

Fidel: -Fidel Castro.

San Pedro consulta su libro.

San Pedro: -¿Fidel Castro? ¿El que durante casi cincuenta años fue jefe de Estado y de Gobierno en Cuba?

Fidel mueve afirmativamente la cabeza.

San Pedro: -¿El que tenía 140 viviendas de lujo en la isla de Cuba para su uso y disfrute personal?

Fidel: -¡Exacto!

San Pedro: -¿El que cuando cazaba en los cayos del archipiélago cubano, los aviones cazas se dedicaban a espantarle los pájaros?

Fidel: -Así mismo es, digo era.

San Pedro: -¿El que se hizo dueño de la isla de Cuba, de sus habitantes, tierras, animales, fábricas, palacios y de toda la riqueza que tenía, en 1959, esa tierra, cuando aquello, maravillosa?

Asentimiento de Fidel.

San Pedro: -¿El que durante su larga enfermedad tuvo a su servicio a los mejores médicos, y las mejores medicinas del mundo, mientras el pueblo cubano no tenía ni aspirinas para quitarse un dolor de cabeza?

Fidel: -Ha dado usted en el blanco.

San Pedro se rasca la cabeza, muy pensativo, y le dice a Fidel:

San Pedro: -¿Y quieres entrar en el Cielo?

Fidel: -Pues sí…, quiero entrar en el Cielo.

San Pedro: -Bueno, si tienes tanto interés en entrar, entra; pero, te advierto que, después de vivir como has vivido, esto te va a parecer el infierno…

OTORGARÁN PREMIO NOBEL DE LA PAZ A FIDEL CASTRO

A propósito de las gestiones del Buró Político del Partido Comunista de Cuba con vistas a obtener el Nobel de la Paz para Fidel Castro:

- En Suecia, señor Castro –le dice el enviado del gobierno sueco – estamos decididos, a petición del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, a concederle a usted el Nobel de la Paz.

- ¿Por mis méritos? – le pregunta Fidel.

- No. Por si eso lo decide a dejar de dar guerra a todo el mundo con sus riflexiones.

NI LOS TIBURONES SE LO TRAGAN

Una unidad de soldados y oficiales de las Tropas Guarda-Fronteras llevan a cabo unas maniobras en alta mar. Se va a realizar una serie de ejercicios, entre ellos, el de lanzarse al agua toda la tropa. Pero comienzan a verse las aletas aterradoras de cientos de tiburones.

- ¡Al agua! – ordena el oficial que está al mando. Nadie obedece..

- ¡Cuando la Patria exige saltar al mar –grita el oficial – hay que cumplir la orden a ciegas, sin importar si hay unos cientos o unos miles de tiburones de más o de menos.

La orden sigue sin cumplirse. El oficial decide predicar con el ejemplo. Coge un salvavidas, escribe algo en él, y se lanza de cabeza a las olas. Nada un rato. Los tiburones se le acercan. Parece que le van a devorar. Llegan a tocarle con sus narices, y después se alejan. Tras permanecer cuatro horas entre los escualos, el oficial sube a cubierta sano y salvo.

- ¿Ven cómo no hay nada que temer? – le dice a la tropa.

Los jóvenes no salen de su asombro. Uno de ellos le pregunta al oficial:

- ¿Cómo ha conseguido que no le hicieran daño?

- Muy sencillo – el oficial les muestra su salvavidas. He escrito aquí: “FIDEL NUNCA HA DICHO UNA MENTIRA”, y eso no se lo tragan ni los tiburones…

EL RIVAL DE FIDEL CASTRO

Fidel, conocedor de que en Cuba se cuentan miles de cuentos acerca de su persona, siente la irresistible tentación de conocer al que los crea. Ordena que se localice a esa persona.

El G-2 prende al autor de los chistes, y el Ministro del Interior da la noticia al máximo líder. Fidel ordena que dicho individuo comparezca ante él. Una hora después recibe, en el cuarto del hospital donde lleva casi dos años ingresado, al chistoso autor.

- ¿Es usted el autor de los chistes sobre mi persona?

- Es cierto… - responde el hombre en un temblor de voz.

- Pero, ¿De todos? – le inquiere Fidel.

- No. ¡De todos, no! El que dice “La Historia me Absolverá”, ése, no fui yo quién lo inventó… ¡Se lo juro por mi madre!

BREVE RIFLEXIÓN DE FIDEL CASTRO

- En esta breve riflexión, voy a rebelar un gran secreto. El secreto es el siguiente: A la llegada de la revolución al poder, nuestro país estaba al borde del abismo. Lo que yo hice fue darle un empujón…

EL PISOTÓN DE RAÚL

Vladimir Chuchovski, mariscal ruso, llega a Cuba en visita oficial. Raúl Castro lo recibe en el aeropuerto internacional José Martí. Tropas del ejército ruso y del cubano rinden honores. Los dos mandatarios asisten, desde el podio, a la interpretación de los himnos de sus respectivos países, y, a continuación, revisan las tropas.

Chuchovski quiere hacer una demostración que impresione a Raúl. Se llega hasta donde se encuentra uno de los toscos jovenzuelos rusos, que presenta armas, y le descarga un tremendo puñetazo en la nariz. El soldado asimila el golpe sin mover ni un músculo de su cuerpo, y sin decir ni esta boca es mía, y sigue en posición marcial. El mariscal se gira hacia Raúl Castro con orgullo, y le dice:

- Así son mis hombres, General: duros, fuertes. recios y disciplinados. Le golpeo con todas mis fuerzas, y ni se inmuta.

Raúl se encuentra atrapado. Tiene que dar un golpe de efecto si no quiere hacer un ridículo. Se dirige hacia uno de los soldados cubanos. Le mira fijamente y le descarga un pisotón espectacular sobre una de las botas. El soldado cubano permanece firme sin que se le altere un músculo.

- Ve usted, mariscal – le dice Raúl al oficial ruso – Los cubanos son más delgados, están
peor alimentados, pero, a la hora de demostrar entereza y espíritu castrense, están a la altura de sus soldados.

El mariscal se ha quedado anonadado. Raúl, aunque lo disimule, también se siente sorprendido. Es por eso que, en un aparte, habla con el soldado en voz baja.

- Lo felicito, soldado. No obstante, dígame ¿cómo ha podido soportar, sin hacer el más mínimo gesto de dolor, el tremendo pisotón que le he dado?

El soldado le responde:

- Mi General, es que yo calzo un 37, y en la unidad me han dado botas del 58.

SAN PEDRO VISITA A FIDEL

San Pedro se le aparece a Fidel, en la habitación donde éste convalece de su prolongada y grave enfermedad. Entre los dos se establece el diálogo siguiente:

- ¿Quién es usted? – pregunta Fidel a San Pedro.

- Soy San Pedro.

- ¿Y por qué ha venido a verme?

- Es que vengo a dejarle las llaves, para que suba usted cuando le dé la gana…

LOS CUBANOS PUEDEN GRITAR: ¡ABAJO RAÚL Y FIDEL CASTRO! Y NO PASA NADA

Un americano visita a Cuba y establece una conversación con un cubano.

-Ustedes no tienen libertad – le dice el americano al cubano.

- ¿Y qué libertad tienen ustedes en Estados Unidos? – pregunta el isleño.

- Mire – le explica el súbdito del país más poderoso del mundo – si a nosotros nos cae mal nuestro presidente, podemos plantarnos a la entrada de La Casa Blanca y gritar: ¡Abajo Bush! y no pasa nada.

El cubano lanza una cacajada.

- ¿De eso se enorgullecen ustedes? Los cubanos podemos hacer lo mismo.

- ¿Si? – le pregunta, incrédulo, el yanqui.

- ¡Claro que sí! Cualquier cubano puede plantarse a la entrada de La Casa Blanca y gritar: ¡Abajo Raúl y Fidel Castro! y no pasa nada…

CASTRO MEDITA DECLARAR LA GUERRA A ESTADOS UNIDOS

Corre el año 1990. La situación económica de Cuba es muy mala. Fidel está muy preocupado. Convoca al Consejo de Ministros. Pide a los reunidos que le manifiesten planes, soluciones, ideas. Nadie habla. Al fin, uno de los ministros propone:

- Creo, comandante, que nuestra única salida es declarar la guerra a Estados Unidos.

- ¿La guerra a Estados Unidos? –pregunta Castro, con el ceño fruncido.

- Sí, comandante. Ya conoce usted lo que pasa en las guerras contra Norteamérica: primero se lucha, luego ellos vencen, llegan con sus planes de reconstrucción, lo inundan todo de dólares, y los vencidos se convierten en un país boyante.

Castro se sume en profunda meditación, y dice:

- No está mal…, no está mal…declaro la guerra a los Estados Unidos…

Fidel hace una pausa y, clavando sus ojos en los del ministro autor de la proposición, le pregunta:

- Pero, ¿y si les gano la guerra?