martes, 18 de octubre de 2011

GRACIAS A LA MAGIA DE UN VESTIDO BLANCO

(Esta sátira la publiqué el 9 de mayo de 2010, Día de las Madres en Cuba. Hoy, la reproduzco en memoria de Laura Pollán, fundadora de las Damas de Blanco y mártir de Cuba. Tengo la satisfacción de que el escrito que pongo a disposición de los lectores de mi blog, llegó a sus manos. Raúl, le dice a Fidel: ¡Laura Pollán, me infunde pavor! A lo que su hermano le responde: ¡Y a mí, pánico!)...

Autor: Héctor Peraza Linares
www.hectorperaza.blogspot.com
hector.peraza.linares@hotmail.com
Madrid, 9 de mayo de 2010



Raúl – Fidel, tengo mieo.

Fidel - ¿A qué?

Raúl – ¡A las Damas de Blanco!

Fidel – ¡A mi me amilanan esas mujeres!

Raúl - ¡No se intimidan con na!

Fidel - ¿Las han atacado las yudocas, karatekas, taekwondas, kunfuas, jiu jitsuas, kendas, y pataeplanchas de nuestras Hordas de Respuesta Rápida (HRR)?

Raúl – Nuestras HRR les han dado patadas, puñetazos, arañazos y toletazos.

Fidel – ¡Nuestros hombres y mujeres de las HRR les han atizado, a esas llamadas Damas de Blanco, palizas patéticas!

Raúl – Más patáticas que patéticas, porque las Hordas de Respuesta Rápida les pegan los golpes con las patas.

Fidel - ¿Las han traqueteado?

Raúl – ¡Con taconazos, carterazos, cabezazos y galletazos!

Fidel - ¿Guantazos, coscorronazos, trastazos y pellizcazos?

Raúl – ¡Y bofetonazos!

Fidel - ¿Leñazos, topetazos?

Raúl – ¡Y cocotazos!

Fidel - ¿Tortazos, porrazos, leñazos?

Raúl – ¡Y mordidazas, bastonazos, sopapos y papazos!

Fidel - ¿Las HRR no han logrado amedrentarlas?

Raúl - ¡Esas mujeres no comen mieo!

Fidel - ¡Ordeno que les den empujones, revolcones, trompicones y trompones!

Raúl - ¡Y proyecciones, luxaciones, agarrones y tirones!

Fidel - ¡Testarazos, golpazos, codazos y trompazos!

Raúl - ¡A Laura Pollán, ordenaré que le tiren un pollo por la cabeza!

Fidel - ¡Un pollo, no! ¡Qué se lo come, y cogerá fuerza pa seguir al frente de las Damas de Blanco!

Raúl – ¡Ordenaré que las HRR le den, a esa pretendida líder, violentos tirones de pelo!

Fidel - ¡Tirones de pelo, no!

Raúl - ¿Por qué no?

Fidel - Porque así no podré decir en una riflexión: “Aquí no se le ha tocado un pelo a nadie”, como dije en un discurso, en 1980, cuando nuestras HRR sitiaron, golpearon, ofendieron, acosaron, amenazaron, maltrataron, arrastraron por las calles y tiraron huevazos a los que se iban pa Estados Unidos por el puerto del Mariel.

Raúl - ¡Laura Pollán, me infunde pavor!

Fidel - ¡Y a mí, pánico !

Raúl - ¡Espanto me produce la valentía de la madre de Zapata, Reina Luisa Tamayo Danger!

Fidel - ¡Danger! ¡Qué peligro pa nosotros dos!

Raúl - ¡Ellas inician sus marchas, los domingos, desde la iglesia de Santa Rita!

Fidel – Ya lo dije, en 1961, cuando Nikita sacó de Cuba los cohetes intercontinentales de ojivas nucleares, los cuales yo añoraba lanzar contra el territorio de Estados Unidos: “Nikita, mariquita y Santa Rita: ¡lo que se da, no se quita!”.

Raúl - ¡Hasta la Virgen María es Dama de Blanco!

Fidel - ¿La madre de Dios?

Raúl – ¡En cuerpo y alma!

Fidel - ¿Desde cuándo tenemos a Dios en el tanque?

Raúl - ¡Desde que bajamos de la Sierra Maestra, hace más de cincuenta años!

Fidel - ¿Es verdad lo que dice el Cardenal Ortega, que la Virgen de la Caridad del Cobre también es Dama de Blanco?

Raúl - ¡Y Santa Bárbara Bendita!

Fidel - ¿Yemayá, Oshúm?

Raúl - ¡Y Oyá Yansá y Naná Burukú!

Fidel - ¿Angela Merkel y Carla Bruni?

Raúl –La Canciller alemana, todos los domingos, se pasea por Berlín vestida de blanco, y, la Primera Dama de Francia, hace lo mismo por las calles de Paris del brazo de Zarkozy.

Fidel - ¿Doña Sofía, Isabel II?

Raúl - ¡Las dos son fans de nuestras enemigas!

Fidel - ¿Shakira, Elsa Pataki, Penélope Cruz, Victoria Beckham, Jennifer López, Angelina Jolie, Paris Hilton, María Sharapova, Anna Kournikova, Nicole Kidman, Charlize Theron, Madonna?

Raúl - ¡Damiblancas!

Fidel – Te ordeno me avises cuando esas últimas vayan a manifestarse como Damas de Blanco. ¡Las iré a ver sin falta! ¡No me pierdo por na del mundo ese espectáculo maravilloso!

Raúl - ¡Yo las iré a ver, si se manifiesta con ellas Ricky Martin!

Fidel - ¿La Dama de las Camelias?

Raúl - ¡Ya no se llama Dama de las Camelias; ahora se hace llamar Dama de Blanco!

Fidel - ¿La Mona Lisa, la Venus de Milo?

Raúl - ¡Y la Estatua de la Libertad, y la Torre Eiffel!

Fidel - ¡Pa colmo, a las Damas de Blanco las van a premiar con el Nobel de la Paz!

Raúl - ¡Son terroristas, armadas hasta los dientes, con gladiolos!

Fidel – ¡Ordena que traigan a una santera, pa que nos haga un despojo y nos quite de arriba a las Damas de Blanco!

Las santeras cubanas visten de blanco de pies a cabeza.

Los agentes de la Seguridad cumplen la orden. Fidel confunde a la santera con una Dama de Blanco, le da un patatún, ¡y se ñampia!

Raúl, al ver que su hermano ha muerto, también canta el manisero.

Cuba vuelve a ser libre y democrática:

¡Gracias a la magia de un vestido blanco!

Nota del autor: Do quiera se encuentre nuestra querida e inolvidable Laura, gladiolo en mano y toda vestida de blanco, sigue y seguirá luchando por los Derechos Humanos y la libertad de nuestro pueblo. Y, allá arriba, la larga, como se jactan los esbirros del régimen de definir, y asesina mano de los hermanos castro, no podrá reinocularle ningún virus mortal, sencillamente, porque LAURA ES INMORTAL.

domingo, 11 de septiembre de 2011

¡ÚLTIMA HORA! FIDEL PRETENDE RESUCITAR A NIKITA

Autor: Héctor Peraza Linares
hector.peraza.linares@hotmail.com
www.hectorperaza.blogspot.com
Madrid


Fidel: ¡Sigüaraya!

Raúl: ¿Qué?

Fidel: ¡Rompesaragüey!

Raúl: Despiértate.

Fidel: ¡Un chivo negro!

Raúl: Estás soñando.

Fidel: ¡Cascarilla!

Raúl: (llama a una enfermera).

Fidel: ¡Polvo de sapo!

Raúl: (repite la anterior llamada)

Fidel: ¡Sangre de gallo!

Raúl: (sacude a su hermano por los hombros)

Fidel: ¡Mubarack!

Raúl: (le grita) ¡A Mubarack le dio un patatún!

Fidel: (canta, imitando a Lady Gaga)

Don`t call my name
Don call my name,
Alejandro.

Raúl: (canta, imitando a Shakira)

Yo soy loca con mi tigre
loca, loca, loca
soy loca con mi tigre
loca, loca, loca.

Fidel: ¡Y de qué van, van!

Raúl: ¡No me vengas con ese tupe, que los diez millones no fueron!

Fidel: ¡Ahora sí vamos a construir el socialismo!

Raúl: Estás hablando cáscara de piña.

Fidel: Los diez millones no fueron, pero, ¡vamos a convertir el revés en victoria!

Raúl: En Victoria de las Tunas, declaró, Elio Revé, el difunto director de la orquesta Revé.

Fidel: Canta, imitando a Revé en su canción “Mi Vecina”:

Yo tengo una vecina
que se ha vuelto loca,
se ha vuelto loca,
por saberlo todo,
casi vende hasta su ropa.

Raúl: (sigue la letra de la canción)

Deje el chisme
que yo no quiero lío
dale tumbao, el grito
Deje el chisme
que yo no quiero lío.

Fidel: (continùa con la canción)

Chismosa, chismosita,
chismosa, chismosita,
chismosa, celosa,
chismosita.

Raúl: (mientras tira unos pasillos, por los pasillos del hospital)

Hay una cantidad de chisme en este mundo,
¡Ay! pero que a mí qué me da.
¡Ah, si a mí no me importa na!
¡Ah!

Fidel: (concluye la letra de “Mi Vecina”)

Pero no sigas comentando
que todo el mundo te anda diciendo en la calle,
¡mira, no sigas chismoseando!

Raúl: ¡Lo que quiero es que vuelvas a la realidad!

Fidel: (canta, imitando a Lady Gaga)

You know that I want you
and you know that I need you
I want a bad, your bad romance.
¡Ga – ga – ooh – la – la!

Raúl: (hablando para sí mismo) ¡La gaga lo tiene loco!

Fidel: ¡Camarada, Ceausescu!

Raúl: ¿Por qué no te callas?

Fidel: ¡Somoza!

Raúl: ¡Solavaya!

Fidel: ¡Trujillo!

Raúl: ¡Pa’llá! ¡Pa’llá!

Fidel: Payá, premio Nobel de la Paz 2011.

Raúl: Ése es un contrarrevolucionario.

Fidel: César: ¡Quoique tu, fili mío!

Raúl: ¡Papá!

Fidel: Mubarack, yo soy el faraón del Caribe.

Raúl: Tú eres Papá Faraón.

Fidel: La Penélope, me ha dejado por Bardén.

Raúl: Y Shakira, te ha puesto los cuernos con Piqué, un futbolista del Barça.

Fidel: Me queda la Gaga.

Raúl: Esa es de Patria o Muerte.

Fidel: El sistema cubano no funciona. No sirve pa’ ná.

Raúl: O rectificamos, o nos hundimos.

Fidel: Señores de la ONU: ¡I’am not comunist!

Raúl: (llorando) Me vas a volver loco, loco, loco.

Fidel: ¡Viva Kennedy!

Raúl: Está muerto.

Fidel: ¡Viva Ochoa!

Raúl: Está muerto.

Fidel: ¡Viva Camilo!

Raúl: Está muerto.

Fidel: ¡Viva yo!

Raúl: Estás casi muerto.

Fidel: (enloquecido) ¡Nikita, o tiras los cohetes o te mato!

Raúl: Nikita está muerto.

Fidel: ¡Ordena que lo resuciten!

Raúl: ¿Por qué quieres que lo resucite?

Fidel: Quiero que haga lo que, en 1961, le dije que hiciera, y no hizo.

Raúl: ¿Deseas que, Nikita, tire los cohetes atómicos contra Estados Unidos?

Fidel: Positivo, compañero.

Raúl: ¿Por qué, cincuenta años después, quieres que Nikita haga eso?

Fidel: Para disfrutar a plenitud, antes de morir, del único placer que no he tenido en la vida.

Raúl: ¿Cuál?

Fidel: ¡Ver la destrucción del mundo!


Nota del autor: Autorizo la reproducción, siempre que vaya acompañada de mi acreditacion, blog, y correo electrónico.

EL FANTASMA DE CEAUSESCU VUELA SOBRE LA HABANA

Autor: Héctor Peraza Linares
hector.peraza.linares@hotmail.com
Madrid


La Habana es un hervidero de gente. En sus calles, parques y edificios sólo se escuchan gritos y consignas. Jóvenes soldados y oficiales disparan al aire sus pistolas y ametralladoras. El día más temido por Raúl ha llegado: el pueblo pide su cabeza y la de su hermano. Fidel, que ha perdido completamente el juicio, repite una y otra vez:

- ¡I’am not communist!

Raúl y Fidel están solos. Cientos de miles de personas rodean el edificio donde ambos se encuentran.

-Compañeros y compañeras – comienza a decirle Raúl a la enardecida muchedumbre – la revolución hoy es más fuerte que nunca… - los gritos de la multitud no le permiten continuar el discurso.

El representante de la muchedumbre allí congregada, se le acerca, y le espeta a la cara:

-¡Tú y Fidel son unos asesinos, y hoy los vamos a ajusticiar!

- ¡Viva Torquemada! – se oye decir a Fidel.

¡Mueran los Castro! – Grita la multitud.

¡Viva Margaret Thatcher! ¡Abajo el IRA! – proclama Fidel, desde su lecho de enfermo.

-¡Cállate Fidel! – Le ordena Raúl.

Fidel, que en su letargo no escucha a Raúl, chilla:

- ¡Viva la inquisición!

Raúl llora y le suplica, arrodillado, al enardecido gentío:

-¡Tengan piedad de nosotros, que somos dos ancianitos!

- ¡Tiemblen los tiranos ante hombres que son capaces de morir por sus ideas! proclama Fidel, apuntando con el dedo índice de su mano derecha hacia el techo. Acto seguido pregunta: - ¿Voy bien, Camilo?

Al escucharlo, Raúl, indignado, le grita:

- ¡No menciones a ese tipo, que tú me ordenaste que lo matara!

- ¡Vivan Camilo y Hubert Matos! – manifiesta Fidel, mientras trata de sentarse en la cama.

El representante del pueblo allí reunido, ya no es un hombre. Es una mujer vestida de blanco, que porta una flor en una de sus manos. La mujer se le acerca. Raúl confunde la flor con una ametralladora. La Dama de Blanco le apunta al pecho con la flor, y le exige la libertad de los presos de conciencia.

Raúl le ruega:

- ¡No dispare! ¡Le prometo que ahora mismo voy a liberar a todos los presos políticos!

- ¡Abajo Chávez! ¡Viva Bush! – Vocifera Fidel, mirando fijamente a la Dama de Blanco.

En ese momento aparece en escena el fantasma de Nicolae Ceausescu, con el cuerpo ensangrentado de pies a cabeza. El ex dictador de Rumanía, bamboleándose, se acerca a Raúl, y le susurra al oído:

- No te preocupes. Ni tú ni Fidel morirán, por ahora, porque tú puedes hacer lo que no pude realizar yo cuando soldados del pueblo rumano nos ajusticiaron, a tiros, a Elena y a mí, el 25 de diciembre de 1989.

La Dama de Blanco vocea un nombre, que corea repetidas veces la multitud:

¡Viva Orlando Zapata Tamayo!

¡Viva Hitler! – Brama Fidel.

Raúl, tranquilizado por lo que puede hacer que no pudo llevar a cabo Ceausescu, deja de llorar. Ríe socarronamente, se da un trago de ron, y les manifiesta, recuperando su tono autoritario, al representante del pueblo y a la Dama de Blanco:

- Ja-ja-ja, bien aconsejado por el camarada Ceausescu, voy a urdir algo que les impedirá ajusticiarnos a Fidel y a mí, y que me permitirá mantener en las cárceles a los presos políticos.

- ¿Qué? – le preguntan la Dama de Blanco y el representante del pueblo cubano.

- Despertarme – les responde Raúl.

Y, tras un largo ronquido, se despierta.

lunes, 18 de julio de 2011

FIDEL Y LOS MACHETES DE RAÚL

Autor: Héctor Peraza Linares

Periodista, escritor
Ex preso político cubano exiliado en España

hector.peraza.linares@hotmail.com
http://www.hectorperaza.blogspot.com/

Madrid, 7 de abril de 2008

(Lo publiqué en mi blog el 7 de abril de 2008. Por su actualidad, lo reproduzco).



Fidel - Raúl, creo que con tu consigna de acabar con las prohibiciones absurdas has cometido un tremendo error que nos va a traer muy malas consecuencias.

Raúl - ¿Lo dices porque haya liberado la venta de celulares?

Fidel - ¡Por supuesto que no! Para algo tenemos al joven Ramirito Valdés de Ministro de Informática y Comunicaciones: ¡para que le pinche el teléfono a los que compren un celular! ¡Lo que el pueblo hable por los celulares lo conoceremos nosotros!

Raúl - ¿Estás enojado porque he autorizado que los cubanos de la isla puedan alojarse en nuestros hoteles turísticos?

Fidel - ¡En lo absoluto, chico! Esa medida está muy bien porque les sacaremos de los bolsillos los dólares a los gusanos que reciben remesas de los familiares que tienen en el extranjero. Esa gentuza a partir de ahora no hará más el amor en nuestras revolucionarias, cochambrosas, piojosas, chinchosas, moscosas, mosquitosas y cucarachosas posadas. ¡Ahora lo harán en nuestros hoteles! ¡Pero tendrán que pagarnos, a ti y a mí, el hospedaje en pesos convertibles, divisas que de inmediato ingresaremos en las cuentas secretas que tiene la revolución, es decir, que tenemos tú y yo, en Suiza!

Raúl – (dudoso) Otra prohibición absurda a la que he puesto fin es a la venta de televisores. ¿Es ese el tremendo error de que me hablas?

Fidel - ¡Ni mucho menos! Es lo mejor que has hecho. Lo perfecto para nosotros será que en Cuba, en cada casa, lleguen a haber no menos de quinientos o seiscientos televisores. De ésa forma mis reflexiones, tus discursos y las noticias que nos interese difundir, aquellas que hablen mal de los gobernantes norteamericanos, y bien de nosotros dos, las haremos llegar a los más recónditos rincones de los hogares cubanos, y, por lo tanto, a los cerebros de todos los cubanos. Ya lo dijeron sabiamente Aristóteles y El Bobo de Abela: “Los cerebros del pueblo están dentro de las casas y las casas están dentro de los cerebros del pueblo”. ¡He dicho!

Raúl – (aplaudiendo las palabras de Fidel) - Papá, ¡eres un genio como Aladino!

Fidel – (haciendo un ademán con la mano para que Raúl deje de aplaudirle) – ¡Más bien como El Padrino! ¡Yo soy Vito Castrone!

Raúl - ¡Y yo tu hijo, Fredo Castrone!

Fidel - Además, hijito, no olvides que la televisión puede existir sin la revolución, es decir, sin nosotros dos, pero que nosotros dos ¡no duraríamos ni dos días en el poder sin el poder de la televisión!

Raúl - (rompe en nuevos estruendosos aplausos y en gritos de consignas antinorteamericanas como la siguiente:

¡Padrino, seguro, a los yanquis dale duro!).

Fidel – (grita, en medio de los atronadores aplausos y de la chillería de Raúl) -¡Eso lo descubrí en 1959 cuando el presidente Urrutia quiso tumbarme del caballo!

Raúl (enfervorizado) - ¡Padrino, seguro, a los yanquis dale duro!

Fidel - ¿Qué hice ante la provocación de Urrutia? ¡Me aparecí en un programa de televisión y dije, amenazadoramente, que yo iba a renunciar al cargo de Primer Ministro! ¡A partir de esa noche nació un amor eterno entre la televisión revolucionaria cubana y yo! ¡En Cuba la revolución y la televisión soy yo! ¡De ahora en adelante, la televisión y la revolución, en este país, seremos tú y yo! Te repito: ¡Lo mejor que has hecho es liberar la venta de televisores! ¡Te felicito, hijito!

Raúl - ¡Viva la televisión revolucionaria!

Fidel - ¡Viva la revolución televisionaria!

Raúl - ¡Viva Don Vito Castrone!

Fidel - ¡Viva yo!

Raúl – (medio ronco de tanto gritar) ¿Tu inquietud se debe a que dentro de unos días autorizaré la venta libre de guatacas?

Fidel – (sonriente) ¡No! ¡La revolución, es decir, tú y yo, lo que necesita, precisamente, es contar con cientos de miles y, si es posible, con once millones de guatacas dentro de la isla! Es un asunto matemático: a más guatacas, tracatanes, chicharrones, halalevas o adulones que hablen siempre bien de la revolución, es decir, de nosotros dos, y mal de nuestros enemigos, más tiempo estaremos en el poder. ¡Vivan las guatacas y los guatacas!

Raúl - ¡Vivan las guataconas y los guatacones!

Fidel - ¡Vivan los chicharrones, tracatanes, y cargabates que nos mantienen en el poder a ti y a mí!

Raúl – (trepándose encima de la cama de Fidel) ¡Vivan los chicharrones y las chicharronas, los tracatanes y las tracatanas, los cargabates y las cargabatas!

Fidel – Querido Fredo, casi todo lo que has liberado hasta ahora está muy bien, hijo mío. Casi todo. El mundo entero es testigo de que estamos democratizando a Cuba y llenándola de Derechos Humanos a través de la venta libre de tibores, palanganas, bateas de madera, cazuelas, güayos y hojas de mazorcas de maíz para hacer tamales, alicates, betún para los limpiabotas, bombas de aire para los poncheros, sacacorchos, herraduras de caballos, de mulos, y de burros, cubos, tinajas, chancletas de palo, palillos de dientes, yaguas matamoscas, cortauñas, calzoncillos y blumers matapasiones, trompos, papalotes, y guatacas.

Raúl - ¡Vivan las guataconas, los guatacones, los transguatacones y las transguataconas!

Fidel – Te digo que casi todo lo que has liberado está muy bien hecho. No te digo que todo lo que has liberado está muy bien hecho. Hay algo que está muy mal hecho.

Raúl – (con cara de perplejidad) ¿Qué dices, padrino?

Fidel – ¡Lo que oyes, Fredo! Al poner en práctica tan gigantesca, descomunal y pragmática democratización que nos convierte de hecho, pecho, techo, ketchup, cohecho y de derecho en el país de mayor democracia en el planeta tierra y, probablemente, en el universo, muy especialmente a causa de haber liberado la venta de tibores, palanganas, bateas de madera, calzoncillos y blumers matapasiones, tiraflechas, palitos de tendedera, palillos de dientes, papalotes y sacacorchos, has cometido, querido Raúl, digo, querido Fredo, un tremendo error que le traerá a la revolución, es decir, a ti y a mí, unas terribles consecuencias. Vaya: ¡Qué se te ha ido la mano!

Raúl – (cariacontecido) ¿Qué se me ha ido la mano?

Fidel – (enojado) - ¡Sí! ¡Has liberado algo que nos puede costar y cortar nuestras cabezas!

Raúl – (acongojado, al borde un ataque de nervios) ¿Qué he liberado que nos puede costar y cortar nuestras cabezas, padrino mío!

Fidel – (acremente y dando, desde la cama donde está postrado hace más de un año, puñetazos en el aire a invisibles enemigos) - ¡Los machetes!

Raúl – (incrédulo y turbado) ¿Los machetes?

Fidel – (rotundo) ¡Sí, comebola! ¡Los machetes!

Raúl – (hecho un mar de lágrimas) Pero, padrinito, si la gente lo que hará con los machetes será cortar caña y marabú, chapear y tumbar cujes para las casas de tabaco. Esos trabajos nos reportarán más dólares para ti y para mí, es decir, como tú dices, para la revolución, que ingresaremos en nuestras cuentas en la banca Suiza.

Fidel – (furioso y extenuado por los cuatro golpes que tiró a los invisibles enemigos) ¡No te das cuenta de lo que te digo, hijito! ¡Qué corto de entendederas eres! ¡Los Corleones tuvieron la desgracia de tener en la Familia al tonto de Fredo! ¡La mía disgrachia es que tú seas mi Familia completa!

Raúl – (llorando a lágrima viva delante de un espejo) ¡No me regañes así, padrino!

Fidel – (se encoleriza tanto que una enfermera le pone, para calmarlo, una inyección de diazepán) - ¡No llores, que ya hace varios años que fusilamos a Ochoa!

Raúl – (haciendo pucheros) Pa pa pa padrino, ¿por qué dices que el pueblo nos va a cortar las cabezas a ti y a mí con los machetes que he puesto en venta libre?

Fidel – (rotundo) ¡Porque los machetes son un símbolo para el pueblo cubano!

Raúl – (sollozante) ¿Qué símbolo, papaíto Castrone?

Fidel – (en tono y con gestos de profesor de escuela primaria ante un alumno poco inteligente) ¿Has leído, criatura de mía famillia, algo de la Historia de Cuba?

Raúl – (entusiasmado) - ¡Me conozco de memoria los dibujos animados de Elpidio Valdés!

Fidel - ¿Sabes que el arma de guerra de los mambises era el machete?

Raúl – (contento) ¡Sí, sí, sí lo sé!

Fidel – (con gesto irónico) ¿Sabes que los mambises, cuando iniciaban una carga al machete contra los soldados españoles, gritaban: ¡A degüello!

Raúl – (muy alegre) ¡Sí, padrinito, sí, sí lo conozco! ¡A arrancapescuezo!

Fidel – (entornando los ojos y frunciendo el entrecejo) ¿Acaso ignoras que los mambises luchaban por la libertad de Cuba?

Raúl – (orgulloso de sus grandes conocimientos de Historia de Cuba) - ¡No, no, no, no, no lo ignoro!

Fidel – (en tono amenazador con el dedo índice temblándole y apuntando hacia la cabeza de Raúl) - ¿Te das cuenta ahora, Fredito, del tremendo error que has cometido al autorizar la venta libre de machetes?

Raúl – (turbado) – No, no me doy cuenta, padrinito mío caríchimo.

Fidel – (de nuevo furioso y a punto de coger a Raúl por el cuello) - ¡Fredito, digo, Raulito, será posible que seas tan mentecato, criaturita de mía famillia?

Raúl – (de nuevo llorando a moco tendido) – ¡Mío padrinito, es que no sé lo que me quieres decir!

Fidel – (tres hermosas enfermeras se encargan de tranquilizarlo, para lo cual una le hace el cuento de Blanca Nieves y los Siete Enanitos; otra, el de la Cucarachita Martina y la tercera, como música de fondo, le canta La Internacional) Mijito, ¡será posible que tú no sepas que en Cuba no hay libertad desde que estamos nosotros dos en el poder?

Raúl – (secándose las lágrimas con un pañuelo de Christian Dior) ¡Eso sí lo sé, papaíto Castrone!

Fidel – (a duras penas conteniendo su mal humor) ¿Qué es lo que sabes, chico?

Raúl - ¡Que en Cuba, desde que tú y yo estamos en el poder, no hay libertad!

Fidel – (encolerizado) - ¡He ahí el quid de la cuestión! ¡Por esa razón el pueblo cubano, con los machetes que tú has puesto en venta libre, nos degollará a ti y a mí al grito de: ¡A degüello!

Raúl – (atemorizado y queriéndose meter debajo de la cama donde está tendido Fidel) ¡Don Vito Castrone, padrinito, papaíto mío, tengo miedo de que el pueblo me arranque la cabeza!

Fidel – (los ojos virados en blanco, acariciándole la cabeza a Raúl) – No temas, Fredo. No temas. No nos cortarán las cabezas. ¡Jamás de los jamases lo consentiré! Puedes estar tranquilo, mío caro fillo.

Raúl – (al fin logra meterse debajo de la cama de Fidel) - ¿Qué harás para impedir que el pueblo nos corte las cabezas, padrinito de la Castrone famillia?

Fidel – (mesándose la barba y abriendo desmesuradamente los ojos) - ¡Para impedir que el pueblo nos degüelle, te autorizo desde este momento a que autorices la venta libre de once millones de fusiles ametralladoras AK y de decenas de millones de balas para esas armas!

Raúl – (sacando, como una tortuga, la cabeza de debajo de la cama de Fidel) Pero, padrinito Don Vito Castrone, mío caro papaíto, ¿no te das cuenta que si hacemos eso el pueblo nos meterá millones de balas en el cuerpo, tal como le hicieron en 1989, en Rumania, a Ceaucescu y a Elena, su mujer?

Fidel – Pero, ¡no nos cortarán las cabezas con tus machetes!

Nota: Autorizo la reproducción siempre que no se modifique el contenido y se acredite mi autoría con mi nombre y apellidos, email y nombre de mi blog.

viernes, 8 de julio de 2011

RAÚL DESHOJA LA MARGARITA

Autor: Héctor Peraza Linares
www.hectorperaza.blogspot.com
hector.peraza.linares@hotmail.com
Desde un lugar de Madrid,
madrugada del 8 de julio de 2011


Raúl, sentado frente a la cama donde convalece Fidel, se entretiene en deshojar una margarita:

Raúl: (Al tiempo que arranca los pétalos, uno a uno) Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere.

Fidel, se despierta. Escucha lo que está diciendo Raúl. Con enfado, le pregunta:

Fidel: ¿Qué rayos haces, chico? ¿Estás enamorao, y no sabes si te quieren o no?

De pronto, Raúl, tras arrancar el último pétalo, lanza un grito desgarrador:

Raúl: ¡Noooooooooooooooooooooooo!

Fidel: (Dando un puñetazo en la almohada) ¡No qué, chico!

Raúl: (Ahogado en sollozos) ¡No me quiere! ¡No me quiere!

Fidel: (Dándole dos galletazos a su hermano para que deje de llorar) ¿Quién demonios no te quiere? Recuerda que, desde el punto de vista marxista-leninista-estalinista-maosetunista-gadafista-hijuntaísta-evomoralista y chavista, quien no te quiere a ti, no me quiere a mí. Por lo tanto, dime inmediatamente quién no te quiere e, ipso facto, ordenaré que le pasen por las armas en el paredón de fusilamiento.

Raúl: (Gracias al par de galletazos, ha dejado de llorar) ¡La margarita me ha dicho que el pueblo no me quiere! Y si el pueblo no me quiere a mí, como tú acabas de decir, desde el punto de vista marxista-leninista-chavista-trujillista-somocista-hitlerista-kin-il-sunguista – king konguista y sandinista …¡tampoco te quiere a ti!

Fidel: (Sacando la pistola Makarof y tirando cuatro tiros al aire) ¡Aquí no hay margarita
ni margarito ni mariquita ni mariquito ni Nikito ni Nikita lo que se da no se quita, que diga que el pueblo no me quiere a mí! ¡Eso está terminantemente prohibido por nuestra hiper-extrasuper-democratísima, de talla grande, Constitución Socialista!

Raúl: Pero, Papaísimo mío, no podemos llevar al paredón a los casi doce millones de habitantes de este país.

Fidel: Entonces trae otra margarita, y deshójala a ver qué pasa. (Sonriendo socarronamente) Quizás la que tú cogiste la mandó la congresista Ileana Ross Lethinen, Aznar o la Merkel.

Raúl, deshoja otra margarita; pero, el resultado es el mismo. Fidel, le ordena a un agente del G-2 que traiga un saco con no menos de mil o dos mil margaritas. Llegan las flores. Raúl las deshoja una por una y, siempre, el último pétalo coincide con la frase: no me quiere.

Al tiempo que frunce el ceño, se mira la punta del dedo gordo del pie derecho con el ojo izquierdo, y se rasca el ombligo con el cañón de la Makarof, que sostiene por la culata con ambos codos, las dos orejas y los tres tobillos, porque lleva uno de repuesto, Fidel le dice a Raúl:

Fidel: Tenemos que hacerle trampa a la margarita.

Raúl: (lanzando una carcajada) Se me había olvidao que eres el tramposo más tramposo que existe en el mundo del hampa, digo, de la trampa.

Fidel: (Cogiendo a Raúl por el cuello de la camisa y zarandeándolo) Pero, fíjate bien, Alfredo, filli mío, mi caríchimo filli de la familia castroni, en lo que te voy a decir pa que no falles: cuando te falten cuatro pétalos por deshojar, di la frase “no me quiere”, y arranca tres pétalos de una sola vez. De esa manera, el último pétalo corresponderá inexorablemente, mal que le pese a la mafia de Miami, y a la Lethinen, al: “me quiere”.

Raúl: Padriníchimo mío! Eres un bárbaro, caballón.

Fidel: I’m the best!

Raúl: You are the beast!

Fidel: Más grande que yo ni Sandokan. Soy el tigre de la Cubasia.

Raúl: La Cuba y la Bestia.

Fidel:

Chicose alada tanganikática mi efripa
de calicanto la ditirambiticó
chupó del chapo la pitírrica
chiripa, chipirondó.

Raúl:

Ay ara tom pa tan tom
trombón ti ri pon gón
chivichaniclena
timbirichandi bicitaxón
tum pena tumpi trompón
ay ara pon ta tan pom
margariti chiviricón.

Fidel: Manos a la obra. Agarra una margarita, y has lo que te he dicho.

Raúl, coge por el tallo a una margarita:

Raúl: Me quiere. No me quiere. Me quiere. No me quiere.

Inesperadamente, entra Chávez en la habitación. Raúl, interrumpe lo que estaba haciendo.

Chávez: (dirigiéndose a Raúl) He venido corriendo de Venezuela, porque me he enterado de que estás deshojando la margarita para saber si el pueblo te quiere o no, y, por lo tanto, para saber si el pueblo quiere, o no, a Fidel. ¡Y eso tiene truco!

Raùl: No te preocupes, chavito. Ya Fidel ha descubierto una trampa pa que siempre la margarita que deshoje me diga que el pueblo me quiere.

Fidel: (Regañando a Chávez) ¡No podías tú ser más inoportuno, chavernícola! Gracias a una dialéctica solución que he inventado, todas las margaritas del mundo siempre le responderán a Raúl, a ti, a mí, a Evo, y a quien nos dé la gana de darles el secreto, ¡que el pueblo nos quiere!

Chávez: ¡Mi hermano, estás en un grave error! La trampa de la respuesta de la margarita nos la han preparado Ileana, Aznar y la Merkel.

Fidel: ¿Qué dices, Chavecantropus? ¡Aquí la única trampa que vale es la mía, que pa eso soy el Comandante en Jefe de los tramposos, mafiosos, hamposos, camorrosos, drogadictosos, marañosos, mentirosos, triquiñuelosos, intrigosos y criminalosos del mundo entero!

Raúl: Te faltó por decir, también, los mariposos.

Fidel: ¡Yo con los mariposos no quiero ni el menor de los tiki tiki!

Chávez: ¡Saben ustedes cuál es el peligro mortal del deshoje de la margarita que nos ha preparado el imperialismo norteamericano asociado al aznarismo y al merkelismo?

Fidel: (intrigado) Acaba de decirnos lo que sea, cuando sea, pa lo que sea y donde y con quien sea de la dichosa margarita Thatcher. ¡Si yo hubiera sido inglés, yo habría deshojado a la Margaret Thatcher!

Chávez: A propósito, les voy a recitar lo último que hice en mi programa Aló Presidente.

El dictador venezolano se pone a declamar dándose, de vez en cuando, golpes en el pecho, y profiriendo aullidos selváticos:

Margarita,
está fea la mar,
y el viento lleva
la esencia sutil
de Aznar.

Margarita, te iba
a contar un cuento,
pero no te lo puedo contar
porque a Raúl y a Fidel,
si te deshojan,
¡Se los va a llevar el viento!
como quieren
la Merkel, la Ileana y Aznar.

Raúl, emocionado, aplaude. Fidel, gruñe. Tras el gruñido, le ordena a Chávez:

Fidel: ¿Qué lío te traes con la margarita, Chavecuaternario?

Raúl: Eso. Eso. ¡Qué cuando llegaste ya yo estaba a punto de lograr que la margarita me diera el sí me quiere el pueblo!

Chávez: Les voy a hacer una pregunta, compadres. ¿Dónde está la Isla Margarita?

Fidel: Al noreste de Venezuela.

Chávez: ¿Quién es el presidente, Comandante en Jefe, Primer Ministro, sabio entre los sabios, primero en todo, secretario de todo, jefe de todo y mandamás de todo, en Venezuela?

Fidel y Raúl: ¡Tú!

Chávez: Eso quiere decir, que si la Isla Margarita pertenece a Venezuela, y si yo soy, como soy y seré, por los siglos de los siglos, el que más manda en ese país, pues, por simple lógica, yo soy el que conoce todos los secretos de la margarita. ¿Es o no es?

Raúl: ¡Es!

Fidel: ¡Qué así sea!

Raúl: ¡Ora Pro Nobis!

Fidel: ¡Seculum Seculorum!

Raúl: Aedes Aegyptis.

Fidel: El que no rabota no manduka.

Raúl: Qui s’est rascum et porque le pikum.

Fidel : In nomine de mío filli, y de menda que soy il padrini.

Chávez: El secreto, mis queridísimos receptores gratuitos de mi petróleo y de mis petrodólares, de la margarita es …

Fidel: ¿Es qué?

Raúl: ¿Quo Vadis? ¿Where are you going? ¿Adónde vas?

Chávez: Es que, si la margarita, al deshojarla, finalmente te responde: no me quiere, no quiere decir que el pueblo no los quiera a ustedes.

Raúl: Nié purimayu. Yo no comprender, tobarich.

Fidel: ¿Quiere decirum que pueblum nos quierin a nusutris?

Chávez: No. En ese primer caso, lo que la margarita quiere decir es que, el pueblo cubano, no los quiere a ustedes, a ninguno de los dos, vivos.

Fidel: ¿Y cómo es que nos quiere el pueblo, chaveztoceno?

Chávez: Muertos.

Raúl: ¿Muertos?

Chávez: Ni más ni menos.

Fidel: Qué bruto eres, Chavecenozoico. A nosotros no nos interesa que la margarita nos responda que el pueblo no nos quiere, sino, todo lo contrario: lo que nos interesa es que la respuesta sea: me quiere, es decir, que el pueblo quiere a Raúl, y, por lo tanto, me quiere a mí, y a ti, y a Evo.

Raúl: Eso. Eso. Chavecillo, hazle caso al padrino.

Fidel: Y pa que la dichosa margarita le responda a Raúl, sin dudarlo ni un segundo: me quiere, es que yo inventé una trampa mediante la cual su respuesta siempre será la que nos conviene, y no esa que tú dices.

Chávez: ¡Ahí es donde está el truco Aznariano, merkeliano, Ross Lethiniano!

Fidel: ¿Qué truco, chavesaurio?

Chávez: Es que cuando la margarita le responda a Raúl: me quiere, eso no quiere decir que el pueblo los quiera a ustedes, ni que me quiera a mí, ni que quiera a Evo.

Raúl y Fidel: (Perplejos) ¿No?

Chávez: Claro que no. Lo que quiere decir esa frase, no es que el pueblo nos quiere
como ustedes se imaginan.

Fidel y Raúl: ¿Y cómo nos quiere el pueblo?

Chávez: ¡Muertos!

Fidel: Ahora comprendo: no me han podido matar con cientos de miles de atentados, y se han decidido a darme una muerte ridícula, que los diarios sacarán, en primera plana, bajo el título:

MUERE FIDEL A MANOS DE MARGARITA


Chávez: (Haciendo gestos con las manos)

Margarita,
ya que lejos de mí vas a estar,
en unión de la Merkel, Ileana, y Aznar,
guarda, florecita,
un senil pensamiento
al que un día,
a través de Aló Presidente,
te quiso contar
un cuento.

Fidel: (Contagiado con Chávez):

Margarita,
Thatcherita o Merkelita,
Aznarita o Ross Lethinita:
no permitas que yo muera,
¡A manos de un mariquita
que se llama Margarita!

Raúl: ¡Eso! ¡Eso!



Nota: Por Derecho de Autor, autorizo la publicación de esta sátira, siempre que se haga sin modificación alguna, y adjuntando mi nombre y apellidos, mi email y blog.

viernes, 25 de febrero de 2011

MONÓLOGO DE CASTRO Y LAS DOSCIENTAS VÍRGENES DE GADAFI

Autor: Héctor Peraza Linares
hector.peraza.linares@hotmail.com
www.hectorperaza.blogspot.com
Madrid, viernes 25 de febrero de 2011

La gusanera está revuelta con lo de Egipto y Libia como si yo fuera el tonto de Mubarak o el loco de Gadafi yo sé que están buscando a un loco dicen que estoy como una cabra creo que falta ya muy poco pa que me metan en una jaula el loco soy yo y estoy aquí y tengan cuidado los opositores a mi dictadura que pueden morir igual que están muriendo los contrarrevolucionarios en Libia Berlusconi no sabe lavar y guardar la ropa quiero bailar el Waka Waka con Shakira los políticos tenemos que ser previsores a Camps presidente de la Comunidad Valenciana en España por tres tristes trajes que alguien le regaló los socialistas de Zapatero le quieren meter cadena perpetua dice el dicho que todos los días sale un tonto a la calle le voy a proponer a la Merkel que se case conmigo si me da el sí me convertiré por extensión en el consorte de la presidenta alemana no no quiero tener cargos de conciencia la Gaga está loca por mí me dice en una de sus canciones you know that I want you and you know that I need you I want a bad your bad romance ga-ga-ooh-la-la-lá si la Gaga la Shakira la Paris la Penélope la Kournikova la Pataki o la Trinidad Jiménez se enteran de que me he casado hacen un pacto entre ellas y se suicidan como fan del Reguetón que soy les daré un latigazo ellas se están buscando un fuetazo Berlusconi y yo no tenemos la culpa de ser tan sexy a mí me queda gasolina pa rato soy un fan del Reguetón a ella le gusta la gasolina dame más gasolina viva el PPG je je je a Zapatero no le gustará que le dé vivas al PP G Raúl está engrasando los tanques pa cañonear al pueblo cuando la gente aquí pida nuestras dos cabezas le he dado banda ancha pa que les diga pa que les diga porque soy fan del Reguetón los espero en la esquina del Seven Eleven les voy a dar 24-07 les voy a poner el grillete le advertí que si la gente se tira a la calle que tire él a la calle los tanques que calle a los periodistas independientes a los blogueros a los grupitos de música gusana como el llamado Porno para Ricardo aquí los únicos que podemos ver películas porno porque el marxismo-leninismo nos tiene vacunados contra el virus imperialista de la pornografía somos yo Raúl los miembros del Buró Político y los generales de las FAR a mí y a Berlusconi nos gustan las mujeres sádico-masoquistas qué suerte tiene el Sarkozy tremenda mujer la Bruni Quelqu’un m’a dit que calle a la calle yo tengo una vecina que se ha vuelto loca se ha vuelto loca loca por saberlo todo casi vende hasta la ropa un político tiene que tener calle y a ti te encontré en la calle ni Mubarak ni Gadafi ni Berlusconi ni Camps tienen calle Sarkozy tampoco yo si tengo tremenda calle de mi época de graffitero del Hip Hop de gatillero de gatillo alegre de killer de hit man de La Habana y Caracas se lo dije coño que sí que se lo dije no me jodan más al periodista gringo Joffrey Goldberg que el sistema cubano ya no funciona no funciona porque ya yo no soy el Presidente ni el Comandante en Jefe no funciona porque el comunismo no sirve pa na’ no sirve pa na’ no hay un rumbero como Bembelequa te digo que toca con más fundamento pa’ Shangó y Obatalá Ogún o Yemayá no hay un rumbero como Bembelequa y Bembelequa soy yo soy el tigre de Shakira cuando me canta yo soy loca con mi tigre loca loca loca soy loca con mi tigre loca loca loca le dije a Raúl qué le meta balas hasta a los perros callejeros si se atreven a ladrarnos Tiananmén será una niña de teta en comparación con la carnicería que vamos a armar aquí si la gente se tira a la calle a protestar a exigir nuestra renuncia y de qué van van yo me montaré en un tanque a cuarenta kilómetros del frente de combate como hice en Girón lo importante es la foto cantaré suéltate mami ven y perréame prontéame que yo soy Castro el duro el Papi Chulo no sé cómo decirle a la Britney Spears que pa mi la Princesa del Pop es la Gaga la traumatizará son tantas las divas que me pretenden Beyoncé Shaki Madonna Cristina Aguilera por mi estilo de político reguetoniano cuando canto tengo más control que una palanca de Atari tengo más babilla que el mafioso John Gatee estoy rankiao y arrebatao a Ochoa lo acusé de mula y lo fusilé bachata bomba blin blin estoy a otro nivel le dije a Raúl que si Chávez le pregunta por mí le diga que yo ando con mi gata en el patrulleo mi hermano no tiene guasa no tiene valor es un guasa guasa voy a cantar el Reguetón que compuse pa Kadafi tú no tienes bacheo ponte un percing ponte un percing guayando sudando perreando bellaqueando hasta que se rompa el cuero hasta que no puedas resistir más no hagas como Mubarak kada te has quedao al garete a capela dale fuácata a la gente suavemente you con el dembow al son del flow bachata bomba blin blin paticas pa que te quiero frontea corre con aire de grandeza no pares hasta Cuba sin la jaima ni el camello gatillero y traéme de regalo tus doscientas guardaespaldas vírgenes.