EL VIOLÍN DE MADURO
Autor: Héctor Peraza
Linares
Madrid, 30 de mayo de 2017
Maduro - Mi general, le voy a
dar una gran noticia.
Raúl – Suéltala, qué pa’
luego é tarde.
Maduro - Voy a ser el hombre
más multimillonario del planeta.
Raúl - ¿Tendrás más dinero
que Bill Gates?
Maduro – Mil veces más.
Raúl - ¿Piensas hacer alguna
maraña en la lotería de Venezuela?
Maduro – Lo que le digo me
lo vaticinó una de las vaquitas.
Raúl - ¿Qué te dijo?
Maduro – Muuuuuúúúúúúúúúú´muuu
múúúúúú.
Raúl - ¿Sabes lo que te
quiso decir con eso?
Maduro – Que debo robarme un
violín.
Raúl - ¿Pa qué vas a robar un
violín, chico?
Maduro – Pa’ torturarlo
hasta que “cante” dónde le colocó, su gran secreto,el italiano, Stradivari, al
construirlo a finales del siglo dieciocho.
Raúl – Tú, hiciste hablar al
pajarito.
Maduro – Totalmente cierto.
Raúl – Lograste sostener una
fructífera, y revolucionaria, conversación con unas vacas.
Maduro – Tiene usted razón
en un cien por ciento.
Raúl – Si hablaste con el pajarito
y las vacas, lo mismito puedes hacer con un violín.
Maduro – Puede usted estar
segurísimo de eso, querido y respetado amigo.
Raúl - ¿Cuál es, entonces, el
misterio de ese Stradivarius?
Maduro – Su magistral
sonido, especial y mágico, que es único, mi sapientísimo hermano.
Raúl - ¿Cuánto te pagarán si
descubres tal secreto?
Maduro – ¡Un billón de
dólares!
Raúl – Si vamos al serrucho,
a fifty fifty, te ofrezco un negocio.
Maduro – Estoy a sus
órdenes, camarada en jefe.
Raúl – Como que vamos a la
mitad, te enviaré al mejor detective del mundo mundial.
Maduro - ¿Mejor que Sherlock
Holmes?
Raúl – El mío lo supera con
creces.
Maduro - ¿Está por encima de
James Bond?
Raúl – Igual que un elefante
en comparación con una pulga.
Maduro – De acuerdo. ¿Cómo
se llama tan famoso detective?
Raúl – Chan Li Po. Es mi
abuelo.
Maduro – Pues mándemelo
ahora mismo p’acá.
Días después, el detective
raulista informa a Maduro:
Chan Li Po – Hoy violinita
opositol Wuilly Alteagá, con violí que uté tá bucá, va tocal música tladisioná
en glande, muuuuuuuuuu, pelo muuuuuuuuuuuuuuuuuu glande, manifetacióóó de opositole, en calle de Calaca.
Horas después, salen Maduro
y Chan Li Po en una moto, con cascos y vestidos de negro. El primero, armado de
pistolas, granadas de gases lacrimógenos, y un fusil. Se dirigen al sitio donde,
a esa hora, tocaba el joven Wuilly Arteaga, con su violín, composiciones folklóricas
venezolanas, en medio de una multitudinaria, valiente y combativa manifestación,
en demanda de libertad y respeto a los Derechos Humanos para el pueblo
venezolano.
Maduro, que es quien
conduce, acerca la moto hasta casi tropezar con Arteaga. De un violento tirón,
trata de arrancarle de las manos el violín al joven opositor.
Chan Li Po - ¡Acelela
plesilente, acelela!
Maduro, acelera al máximo la
moto. Wuilly, agarrado a su amado violín, su arma de combate por la democracia
y los Derechos Humanos para su valiente pueblo, se aferra a las cuerdas. No las
suelta. Maduro, que hace lo imposible
para que no se le escape de una de sus manos el multimillonario instrumento
musical, no puede impedir que la Honda
choque contra un tanque del ejército que, en ese momento. lanzaba potentes chorros
de agua contra la multitud. Los militares disparan. Se escuchan ráfagas de
ametralladoras, que no acallan los gritos de Libertad, Libertad.
Arrastrado por la calle,
Wuilly, continuaba sacando emocionantes notas del ahora destruido, pero no derrotado, Stradivarius, mientras de sus ojos
resbala una cascada de heroicas y patrióticas lágrimas. Los manifestantes, al
ver lo sucedido a su popular violinista, se lanzan en persecución de Maduro,
que huye a esconderse entre sus militares. Chan Li Po, se baja de la moto, y
echa a correr gritando, como si fuera un opositor del celeste imperio:
Chan Li Po – ¡Abajo malulo!
Años atrás, una noche, cubrí,
como periodista y fotógrafo del Comité Español del ACNUR, la presentación en el
cine Capitol, de la Gran Vía madrileña, de la película El Pianista, que contó
con la asistencia del director de dicho film, el polaco Roman Polansky.
En el filme, Polansky,
presenta la Varsovia de 1939, cuando el brillante pianista, Wladyslaw Szpilman, polaco de origen judío,
interpreta, en la radio nacional de Polonia, un tema de Chopin, mientras
aviones alemanes bombardean la capital. La película, presenta con crudeza, la
brutal realidad que sufrieron, en su gran mayoría, los judíos polacos, en la
Segunda Guerra Mundial, durante los años de ocupación nazi.
Wuilly, pudiera inspirar a
un Polansky, en un filme titulado: El Violinista.
Cuando Chan Li Po, le contó
a su nieto que Maduro había destruido el Stradivarius, Raúl exclamó:
Raúl - ¡Madulo ‘ta chiflao,
abuelito Chan Li Po!
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