martes, 30 de mayo de 2017

EL VIOLÍN DE MADURO

EL VIOLÍN DE MADURO
Autor: Héctor Peraza Linares
Heperli51@gmail.com
Hector.peraza.blogspot.com
Madrid, 30 de mayo de 2017

Maduro - Mi general, le voy a dar una gran noticia.
Raúl – Suéltala, qué pa’ luego é tarde.
Maduro - Voy a ser el hombre más multimillonario del planeta.
Raúl - ¿Tendrás más dinero que Bill Gates?
Maduro – Mil veces más.
Raúl - ¿Piensas hacer alguna maraña en la lotería de Venezuela?
Maduro – Lo que le digo me lo vaticinó una de las vaquitas.
Raúl - ¿Qué te dijo?
Maduro – Muuuuuúúúúúúúúúú´muuu múúúúúú.
Raúl - ¿Sabes lo que te quiso decir con eso?
Maduro – Que debo robarme un violín.
Raúl - ¿Pa qué vas a robar un violín, chico?
Maduro – Pa’ torturarlo hasta que “cante” dónde le colocó, su gran secreto,el italiano, Stradivari, al construirlo a finales del siglo dieciocho.
Raúl – Tú, hiciste hablar al pajarito.
Maduro – Totalmente cierto.
Raúl – Lograste sostener una fructífera, y revolucionaria, conversación con unas vacas.
Maduro – Tiene usted razón en un cien por ciento.
Raúl – Si hablaste con el pajarito y las vacas, lo mismito puedes hacer con un violín.
Maduro – Puede usted estar segurísimo de eso, querido y respetado amigo.
Raúl - ¿Cuál es, entonces, el misterio de ese Stradivarius?
Maduro – Su magistral sonido, especial y mágico, que es único, mi sapientísimo hermano.
Raúl - ¿Cuánto te pagarán si descubres tal secreto?
Maduro – ¡Un billón de dólares!
Raúl – Si vamos al serrucho, a fifty fifty, te ofrezco un negocio.
Maduro – Estoy a sus órdenes, camarada en jefe.  
Raúl – Como que vamos a la mitad, te enviaré al mejor detective del mundo mundial.
Maduro - ¿Mejor que Sherlock Holmes?
Raúl – El mío lo supera con creces.
Maduro - ¿Está por encima de James Bond?
Raúl – Igual que un elefante en comparación con una pulga.
Maduro – De acuerdo. ¿Cómo se llama tan famoso detective?
Raúl – Chan Li Po. Es mi abuelo.
Maduro – Pues mándemelo ahora mismo p’acá.
Días después, el detective raulista informa a Maduro:
Chan Li Po – Hoy violinita opositol Wuilly Alteagá, con violí que uté tá bucá, va tocal música tladisioná en glande, muuuuuuuuuu, pelo muuuuuuuuuuuuuuuuuu glande,  manifetacióóó de opositole, en calle de Calaca.
Horas después, salen Maduro y Chan Li Po en una moto, con cascos y vestidos de negro. El primero, armado de pistolas, granadas de gases lacrimógenos, y un fusil. Se dirigen al sitio donde, a esa hora, tocaba el joven Wuilly Arteaga, con su violín, composiciones folklóricas venezolanas, en medio de una multitudinaria, valiente y combativa manifestación, en demanda de libertad y respeto a los Derechos Humanos para el pueblo venezolano.
Maduro, que es quien conduce, acerca la moto hasta casi tropezar con Arteaga. De un violento tirón, trata de arrancarle de las manos el violín al joven opositor.
Chan Li Po - ¡Acelela plesilente, acelela!
Maduro, acelera al máximo la moto. Wuilly, agarrado a su amado violín, su arma de combate por la democracia y los Derechos Humanos para su valiente pueblo, se aferra a las cuerdas. No las suelta.  Maduro, que hace lo imposible para que no se le escape de una de sus manos el multimillonario instrumento musical,  no puede impedir que la Honda choque contra un tanque del ejército que, en ese momento. lanzaba potentes chorros de agua contra la multitud. Los militares disparan. Se escuchan ráfagas de ametralladoras, que no acallan los gritos de Libertad, Libertad.
Arrastrado por la calle, Wuilly, continuaba sacando emocionantes notas del ahora destruido, pero no derrotado, Stradivarius, mientras de sus ojos resbala una cascada de heroicas y patrióticas lágrimas. Los manifestantes, al ver lo sucedido a su popular violinista, se lanzan en persecución de Maduro, que huye a esconderse entre sus militares. Chan Li Po, se baja de la moto, y echa a correr gritando, como si fuera un opositor del celeste imperio:
Chan Li Po – ¡Abajo malulo!
Años atrás, una noche, cubrí, como periodista y fotógrafo del Comité Español del ACNUR, la presentación en el cine Capitol, de la Gran Vía madrileña, de la película El Pianista, que contó con la asistencia del director de dicho film, el polaco Roman Polansky.
En el filme, Polansky, presenta la Varsovia de 1939, cuando el brillante pianista,  Wladyslaw Szpilman, polaco de origen judío, interpreta, en la radio nacional de Polonia, un tema de Chopin, mientras aviones alemanes bombardean la capital. La película, presenta con crudeza, la brutal realidad que sufrieron, en su gran mayoría, los judíos polacos, en la Segunda Guerra Mundial, durante los años de ocupación  nazi.
Wuilly, pudiera inspirar a un Polansky, en un filme titulado: El Violinista.
Cuando Chan Li Po, le contó a su nieto que Maduro había destruido el Stradivarius, Raúl exclamó:

Raúl - ¡Madulo ‘ta chiflao, abuelito Chan Li Po!

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