miércoles, 23 de septiembre de 2009

SATIRA



CUBA YA NO ES LA MISMA
Por Héctor Peraza Linares


Es domingo 20 de septiembre de 2009. El concierto Paz Sin Fronteras, de Juanes, Bosé y comparsa se desarrolla con normalidad en la capital cubana.

Una negra nube cubre el cielo habanero y, concretamente, a la Plaza Cívica, espacio donde cientos de miles de cubanos, principalmente jóvenes, disfrutan del espectáculo. El cantante colombiano tiene el micrófono en la mano. Menciona, como de paso, la palabra libertad. En ese momento, en medio de la inmensa multitud, se oye una frase:

¡Viva Pánfilo!

Juanes, Bosé y compañía se quedan atónitos. No saben ni qué hacer ni qué decir. No han escuchado un ¡Viva Fidel! ni tampoco un ¡Viva Raúl! No. Han escuchado un ¡Viva Pánfilo! Juanes, desorientado y confuso, se pregunta:

- ¿Quién es Pánfilo?

Bosé, se rasca la cabeza, y se hace la misma pregunta:

- ¿Quién es Pánfilo?

Ni Juanes ni Bosé conocen ni han oído hablar del tal Pánfilo. Ambos cantantes se miran extrañados. Abajo, el público comienza a repetir la frase, que retumba hasta en las palmas que rodean el monumento a Martí:

¡Viva Pánfilo!

Ni el famoso colombiano ni el no menos conocido español son capaces de articular palabras. Se han quedado mudos y paralizados al ver la pasión con que el pueblo allí congregado lanza al aire, y al mundo, aquellas dos palabras:

¡Viva Pánfilo!

Inesperadamente, alguien del público sube a la tarima, le quita de las manos el micrófono a Juanes, que acaba de cantar su Camisa Negra, y grita:

- ¡Nosotros lo que tenemos es tremenda hambre, asere!

- ¡Ham-bre! ¡Ham-bre! ¡Ham-bre! – corea con fervor la multitud.

El joven que le ha arrancado al colombiano el micrófono de las manos, dice, a
pleno pulmón:

- ¡Asere, lo que quiere el pueblo es jama!

- ¡Ja-ma! ¡Ja-ma! ¡Ja-ma! – repite con enardecimiento el gentío.

- ¡Tenemos hambre de libertad y comida! ¡De comida y libertad! – expresa el joven, y los allí congregados le responden al unísono:

- ¡Ham-bre de co-mi-da!

- ¡Ham-bre de li-ber-tad!

En medio de aquella atronadora muchedumbre, se escuchan una tumbadora, un cencerro y una trompeta que inician una conga en la que todo el mundo, incluso Juanes, Bosé y los demás artistas, comienzan a bailar y a cantar:

¡Hambre de comida!

¡Hambre de libertad!

Queremos jama,

de comida y libertad.

¡Queremos jama!

¡Esa es la verdad!

El millón y pico de personas allí presentes, bailando al ritmo de la conga, encabezados por Juanes, Bosé y los demás artistas, comienzan a arrollar por las calles de la capital isleña.

De las casas salen hombres y mujeres, niños, enfermos, viejos, muchos en chancletas y otros sin zapatos, y, en primer lugar, opositores y periodistas independientes, que se suman a la comparsa. Enterados de lo sucedido, los cubanos del resto de las provincias y municipios se lanzan a las calles, y a las guardarrallas, entonando la misma tonadilla.

Pronto, antes de que las fuerzas represivas del régimen puedan reaccionar y organizar una batida contra los congueros y las congueras, los soldados, clases y oficiales del Ejército y del Ministerio del Interior abandonan sus unidades militares y se suman a las arrolladoras congas.

Dos días después, los once millones de cubanos están en las calles del país congueando, y repitiendo sin cesar, a ritmo de tumbadoras, cencerros y trompetas:

¡Hambre de comida!

¡Hambre de libertad!

Queremos jama,

de comida y libertad.

Queremos jama.

¡Esa es la verdad!

Cuba se colapsa. Nadie trabaja. A Fidel y a Raúl no les queda otro remedio que huir de Cuba y marcharse hacia la República Popular China, que les da asilo.

Cae el comunismo en la isla.

Juanes, en una conferencia de prensa, canta:

Tengo la camisa negra
porque negra tengo el alma
jama jama jaman baby
¡Vivan Pánfilo y la jama!

Bosé, en dicha conferencia, emocionado, manifesta:

- ¡Cuba ya no es la misma!








lunes, 21 de septiembre de 2009

SATIRA


Cuadro de " LOS BORRACHOS DE VELAZQUEZ"

¡VIVA EL PANFILISMO!

Autor: Héctor Peraza Linares
hector.peraza.linares@hotmail.com
Madrid, 20 de septiembre de 2009.


El siglo XVIII es conocido como el Siglo de las Luces.
En Cuba, la segunda mitad del siglo veinte, y la primera década del XXI, son conocidos como los Siglos de las Luces… apagadas).
Surgió el Panfilismo ¡Y se hizo la luz!

(Un descendiente del Caballero de París).


Una nueva doctrina etílico-artístico-filosófica recorre el mundo: el panfilismo, mezcla alcohólico-científica del impresionismo, el simbolismo, el modernismo, el positivismo, el cientifismo, el parlanchinismo, el curdismo, y el rompepechismo, también llamado chispetrenismo, gualfarinismo o matarratismo.

El filósofo alemán del siglo XIX, Arthur Schopenhauer, y el etílico cubano del 2009, Juan Carlos González Marcos, alias Pánfilo, tienen conceptos idénticos para definir la verdad. Ambos opinan, cada uno con su léxico particular, que el mundo visible es sólo apariencia, y únicamente adquiere relevancia cuando tomamos conciencia de que a través de él se expresa una, irrebatible, verdad.

Para el pensador alemán la realidad auténtica corresponde a un principio que denomina voluntad. Para el dipsómano habanero, la realidad auténtica corresponde a un principio que denomina jama, o lo que es igual, comida. “Lo que hace falta es jama, que estamos en candela, asere”, proclama el genial y alcoholimático Pánfilo.

No obstante, mientras Arthur Schopenhauer postula que el Hombre es capaz de controlar sus pasos por la vida si tiene la mente llena de ideas, Pánfilo, por su parte, asegura que el cubano no es capaz de controlar sus pasos por la vida porque tiene, desde hace cincuenta años, el estómago vacío.

Schopenhauer, ciñe su doctrina en la voluntad. Pánfilo, centra la suya en la jama.

Si profundizamos en ambos pensadores, llegamos a percatarnos de que entre las dos doctrinas hay un hilo conductor, pues no hay voluntad sin comida, ni tampoco comida sin voluntad. En Cuba se vertebran ambos criterios etílico-artístico-filosóficos, porque el régimen no le da al pueblo ni voluntad con comida ni comida con voluntad.

Entre las obras capitales del filósofo alemán, discípulo también de Aristóteles y de Spinosa, figura la titulada “Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente”, que le valió el título de Doctor por la universidad de Jena, situada en el centro-oeste de Alemania. Entre las obras capitales del beodo habanero, discípulo también del mofuco y el amansaguapo, figura la titulada “¡Hace falta comida, que hay tremenda hambre, asere!” que le valió, junto a otras obras monumentales de su autoría, ser condenado a dos años en el tanque o cárcel, no sabemos si ubicado en el centro, el sur, el norte, el este o el oeste de la capital cubana, por peligrosidad social predelictiva.

Si Alemania tiene en Schopenhauer a un pensador de cuyo talento se han nutrido Nietzsche, Freud, Thomas Mann, Proust, Bergson, y Jorge Luis Borges, entre otros, Cuba tiene en Pánfilo a un comunicador de cuyas verídicas, aunque curdas expresiones, se han nutrido, a través de internet, millones de internautas.

Existen, también, muchas similitudes entre Juan Carlos González Marcos y otro filósofo alemán: Immanuel Kant. Las enseñanzas de éste último se basan en el racionalismo. Las enseñanzas de Pánfilo se fundamentan en el jamaísmo. A la cimera obra kantiana: “Crítica de la razón pura”, el panfilismo opone esta joya etílico-filosófica: “¡Tremendo descaro con los viejos!”.

Cerca de la tumba de Kant se halla una placa con la siguiente inscripción: “Dos cosas colman el ánimo con una admiración y una veneración siempre renovadas y crecientes, cuanto más frecuente y continuadamente reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado sobre mí, y la ley moral dentro de mí”. El día que fallezca Pánfilo, junto a su tumba pondrán esta lápida: “Asere, dos cosas colman la paciencia siempre renovada del pueblo cubano, cuanto más frecuente y continuadamente riflexiono (como el Comandante) sobre ellas: la falta de jama que hay bajo el cielo cubano y sobre mí, y el picadillo de soya dentro de mí”.

En honor a la veracidad histórica, al contrario que Kant, que llevó una vida muy estricta y previsible, al extremo de que sus vecinos ponían los relojes en hora cuando daba sus paseos diarios por el parque de la ciudad donde residía, Pánfilo, lleva una vida que oscila entre la dipsomanía y la juma, al extremo de que los camarógrafos, cuando el fundador del Panfilismo estaba en libertad, ponían sus cámaras y micrófonos a funcionar tan pronto lo veían acercarse, zigzagueante, al parque Villalón, en el Vedado.

Es conocido históricamente que, en febrero de 1600, cuando los tribunales de la inquisición condenaron a Giordano Bruno a morir en la hoguera, éste dirigió a sus jueces la inmortal frase: “Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla”. En el pasado mes de agosto del actual año, al ser condenado a dos años de prisión por un tribunal revolucionario, dicen que Pánfilo le gritó al juez “Condenadme, no importa: ¡La jama me Absolverá!

Un periodista del New York Times, que recientemente entrevistara, en sus respectivas tumbas, a Giordano Bruno, Schopenhauer y a Kant, afirma que dichos filósofos, en solidaridad con su colega cubano, le piden a Raúl Castro que le dé inmediatamente la libertad. Según el periodista, en un comunicado conjunto, los inmortales pensadores le expresaron al sustituto del ex Comandante en Jefe: “Pánfilo y usted son hermanos, porque ambos son hijos del dios Baco”.

Informado de lo que acontece al alcoholístico idealista cubano, Galileo Galilei, ha vuelto a repetir, en el cuatrocientos aniversario de haber puesto en funcionamiento su trascendental telescopio, y en honor a la tragicómica petición de jama para el pueblo cubano hecha por el creador del Panfilismo, su tan conocida frase: “E pour, jamie, se muove” (Y sin embargo, la jama, se mueve).

En mi época juvenil, al igual que millones de cubanos, leí “Los Hombres de Panfilov”, del autor soviético Alexander Bek. Hoy pudiera escribirse una novela titulada: “Pánfilo, el Hombre del jamalov”.

Velásquez, el más grande de los pintores de todas las épocas, en la década del veinte del siglo XVII inmortalizó en su lienzo “Los Borrachos”, que desde 1819 se exhibe en el museo del Prado, en Madrid, a siete beodos de la calle, de rostros avejentados y desgastados, que rodean al dios Baco. El celebérrimo maestro del pincel, declaró al mencionado periodista del New York Times: “Pronto agregaré a mi famoso cuadro el avejentado y desgastado rostro de Pánfilo”.

Baco, que libera a los hombres de sus problemas mediante el vino, y que hace lo mismo con los cubanos mediante el chispetrén, desde el lienzo Los Borrachos alza su copa para brindar, y grita:

¡Viva el Panfilismo!

Asegura la filosofía popular que los niños, los locos y los borrachos siempre dicen la verdad.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

SATIRA


TIA, TIO O EL ASERE DE MADRID

POR HECTOR PERAZA LINARES


Hace unos días, en el interior de un autobús de Madrid, mientras viajaba en dirección a mi casa, escuché está interesante, culta y muy representativa conversación entre dos jóvenes:

- ¡No, tía!

- ¡Sí, tío!

- Pero..., tía....

- Qué sí, tío.

- No te creo, tía.

- ¿Eres tonto, tío?

- No tía...ej que, tía...

- Ná tío. Es así, tío.

- Mira, tía, tía...

- ¡Qué sí, tío, tío!

- ¡No te pases tía, tía tía!

- ¿Qué te crees, tío, tío, tío?

- ¡Tía...!

- ¿Qué te pasa, tío?

- No me pasa ná, tía.

- Allá tú, tío.

- ¡Ej mu fuerte, tía!

- ¡Joer, tío, tío, tío! ¡Tienes un morro que te lo pisas, tío!

- Tía, no te creo, tía.

- ¡Tás tonto, tío!

- ¡Qué no pué ser, tía! ¡Qué no, tía!

- ¡Qué sí, tío! ¡No me toques las narices, tío!

- ¡Qué no, tía!

- Tío... ¡qué te suelto el rollo, tío!

- ¡Suéltalo, tía!

- ¡Qué a la tía la pillaron con un tío!

- ¿Con un tío, tía?

- ¡Con un tío, tío!

- ¿Quién te soltó el rollo, tía?

- ¡Javier, tú tío, tío!

- ¿Javier, mi tío, tía?

- Él mimito, tío.

- ¿Qué me dices, tía?

- ¡Eso, tío! ¡Qué a la tía, Javier, tu tío, que está con la tía de la tía, la pilló con un tío!

- Tía ¿A la tía de la tía, tía?

- No, tío. ¡A la tía, tío!

- Tía ¿a la tía de la tía, o a la tía, tía?

- ¡A la tía, tío! ¡A la tía, tío, tío!

- ¡Ah, tía! ¿Y cómo pilló Javier, mi tío, a la tía con un tío, tía?

- ¡Qué no te enteras, tío! Ej que la tía se lo dijo a la tía, tío.

- Tía, qué mestás machacando, tía. ¿Qué tía a qué tía, tía?

- ¡La tía de la tía que está con Paco, tu otro tío, se lo dijo a la tía de la tía que está con Javier, tu tío, tío!

- ¡Ej mu fuerte, tía! ¡Mu fuerte! ¡Mu fuerte! ¡Qué caradura la tía, tía! ¿Y podqué la tía que está con Paco, mi tío, tía, no se lo dijo a Javier, mi tío, tía?

- ¡Podque la tía de la tía que está con Paco, tu tío, también está con el tío que está con la tía y como la tía de la tía estaba celosa podque ese tío estaba con la tía, ella se lo dijo a Javier tu tío, pa que Javier, tu tío, tío, pillara a la tía con el tío, tío!

- ¡Joer, tía! No te entiendo, tía. ¿podqué la tía que está con Paco, mi tío, no le dijo a Paco, mi tío, que la tía estaba con ese tío, tía?

- ¡Qué te pilla el toro, tío! ¡Podque Paco, tu tío, sabe que la tía de la tía está con ese tío, tío!

- Tía ¿y Paco, mi tío, no sabía que la tía..., tía?

- No lo sabía, tío.

- ¿Y qué le dijo, tía, Paco, mi tío, a la tía de la tía, cuando se enteró, podque se tuvo que enterar, tía, de que ese tío también estaba con la tía, tía?

- Tío, Paco, tu tío ¡cogió un cabreo, tío! y le dijo a la tía de la tía, que no era moral que si ese tío estaba con la tía, que la tía de la tía también estuviera con ese tío, tío.

- Tía, tía ¡paco mi tío tiene un genio! ¿y qué le dijo a Paco, mi tío, la tía de la tía, tía?

- Que se lo diriía a la tía, tío.

- Tía ¿y qué le dijo la tía a la tía, tía?

- Que se lo diría a ese tío, tío.

- Tía ¿y qué le dijo ese tío a la tía, tía?

- Que se lo diría a Javier, tu tío, tío.

- Tía ¿y qué le dijo Javier, mi tío, a ese tío, tía?

- Que se lo diría a la tía de la tía, tío.

- Tía ¿y qué le dijo a Javier, mi tío, la tía que está con Paco, mi tío, tía.

- No, tío, no. No se lo dijo a la tía de la tía que está con Paco, tu tío, sino a la tía que está con el mimito Javier, tu tío, tío.

- Tía ¿y qué le dijo a Javier, mi tío, la tía de la tía que está con el mimito Javier, mi tío, tía?

- Que se lo diría a la tía de la tía que está con Paco, tu tío, tio.

- Tía ¿y qué le dijo la tía de la tía que está con Paco, mi tío, a la tía de la tía, tía?

- Que se lo diría a la tía de la tía que está con Javier, tu tío, tío.

- Tía ¿y qué le dijo Javier, mi tío, a la tía de la tía que está con el mimito Javier, mi tío, tía?

- ¡Mira tío, me has armado un rollo que ya yo no sé qué tío está con qué tía, ni que tía está con qué tío, tío!

- Tía, tía, aclárame una cosa, porfa ¿no es la tía la que está con el tío?

- Sí, tío, Sí, tío, tío, tío. tío, tíotío.

- ¡Ahora si te entiendo, tía, tía, tía, tía, tíatía! ¡Caro! ¡Ej la tía de la tía del tío de la tía la que está con mi tío, tía! ¡¡Qué fuerte, tía! ¡E fuerte, fuerte, fuerte! ¡Mu fuerte. tía!

- ¡Joer, tío! ¡Qué no te aclaras, tío! ¡Qué te pilla el toro, tío! ¿Quieres que te lo diga, tío, en tres palabras, tío?

- ¡Sí, tía, tía, tía!

- ¡Ej tu tío el que está con la tía!

- ¡Qué me cuentas tía! ¡Así que es el tío el que está con la tía!

- ¡Caro, tío!

- ¡Qué tío, tía!

- ¿Qué tío dices, tío?

- ¿Quién va a ser? ¡El tío, tía!

- ¿Qué tío, tío?

En ese punto de la conversación bajé del autobús.

Al llegar a mi casa me encontré que allí estaban, de visita, mis tres hermanas: Juana, Luisa y María. Juana, con sus dos niñas de ocho y nueve años de edad; Luisa, con sus tres niños de siete, nueve y diez años, y, María, con sus cuatro criaturas de seis, ocho, nueve y once años.
En mi hogar también se encontraban mis dos hermanos, Alfonso y Alejandro.
El primero con su mujer y los tres pequeñuelos de cinco, siete y ocho años, y, el segundo, con su esposa y sus tres maravillosas niñas de cuatro, cinco y siete años.

Al abrir la puerta de la casa y verme, mis quince sobrinos y sobrinas, que me adoran, se abalanzaron en tropel sobre mí, todos gritando una y otra vez:

-¡Tía, llegó tío, tía! ¡Tío!, ¡Tío!, Tío!

El psiquiatra, un tío trepado en un caballo de madera en un tiovivo, me recetó tres pastillas de tiamina en desayuno, almuerzo y comida durante tres meses, y que pasara unas vacaciones en el municipio Tías, en la isla de Lanzarote. Le respondí al médico:

Asere, necesito una tía que me haga compañía en Tías.

Héctor Peraza Linares / 24 de julio de 2005 (arreglos el 9 de septiembre de 2009).