miércoles, 14 de enero de 2009

SATIRA

EL SECRETO DE LA CONTRAPELUSA AUTOR: HECTOR PERAZA LINARES


Petronio, Marco Aurelio y Ambrosio (el de la carabina) lo proclamaron: la contumacia eugenésica de la vida de los pueblos ha llegado a una sincronización tan incrongruente con los idearios más avanzados del siglo XXI, que la civilización chivichánica ha sido sustituida por el paroxismo climático de la contrapelusa


Diario Granma


Riflexiones del Comandante en Jefe (4)


Estimados lectores, lectoras y mixtos de mis riflexiones: Petronio, Marco Aurelio y Ambrosio (el de la carabina) lo proclamaron: la contumacia eugenésica de la vida de los pueblos ha llegado a una sincronización tan incrongruente con los idearios más avanzados del siglo XXI, que la civilización chivichánica ha sido sustituida por el paroxismo climático de la contrapelusa.


¿Qué sería del universo, pregunto en mi riflexión, sin el encanto del humo, el polvo, la borra de café, las semillas de aguacate y los poderes hipnóticos y psicodélicos del chispetrén simbiótico de la Revolución cubana?


Nada. Hoy hago esta pentateuca, pantagruélica e incontrovertible autocrítica porque mi experiencia, durante casi 50 años, como jefe máximo de todos los cargos públicos y privados de mi país, me permite asegurar sociológica y bacteriológicamente hablando, que nueve de cada diez cubanos, siguiendo el curso indicado por mis riflexiones, se convertirán, con el transcurso de los siglos, en seres tetraciclinosos.


Los futuros cubanoides serán, empírica y cibernéticamente, capaces de transformar los convencionalismos imperfectos y epigástricos de los imperialistas, en virtuosas paradojas agnósticas y ditirámbicas.


Estarán exentos, eso sí, de los consabidos autorretratos del complaciente y superfluo dadaísmo, concebido por obra y gracia del más rancio capitalismo izquierdista de la extrema derecha centrista. ¡Y todo se lo deberemos a la contrapelusa!


Una tal Martha Beatriz Roque ha negado la veracidad de mi guachipupéica riflexión que dediqué, con mis más modestos faustos polichinélicos, a desentrañar el misterioso laberinto insondable del mercado negro, mulato y blanco donde las cimitarras salen a la luz escoltadas por el anti-consumismo de la ideología perendenguista, rubiólica y septentrionalista, de los reaccionarios turboencefálicos.


¡Compañeros y compañeras!


Las piruetas y peteretes esbozados en los párrafos anteriores, señalan al epicureísmo funcional en los campos, aún por cultivar con mis posturas de café caturra, de la mecánica racional y supra-nacional


¿Dónde está la clave para alcanzar el arte de fregar un plato sin agua, detergente ni estropajo?


¡Fue ése el enigma que el celebérrimo Médico Chino no pudo resolver y que yo me veo en la necesidad de encontrarle solución!


¿Cuál es su origen?


Nada menos que las ondulaciones tangenciales de los átomos indirectos en los acontecimientos, rígidos y cremáticos, del gobierno norteamericano.


Ecuaciones, sintagmas, erupciones y congestiones nasales. Esos son los grandes problemas incognoscibles y mistiformes del espíritu mascuántico de la contrapelusa marxista-leninista.


Mi tesis ha quedado explicada con transparencia. Ustedes, los riflexioneros, es decir, los que leen con avidez mis riflexiones, me han entendido a la perfección: nuestros arados surcarán los cielos y las siembras celestiales, que me propongo para el siguiente siglo, llevarán las viandas, carnes, huevos, pescados, y planes tarecos, directamente de las nubes a las cazuelas arroceras en las que se cuece el pasado, el presente y el anti-futuro de la Patria chachachaísta.


Paso ahora, apoyado en los últimos cables de la agencia REUTERS, de la EFE y de la PIPI a recomponer la definición más igualitaria, fraternal, pedernal, portuaria y libertaria de la contrapelusa plúmbica, espaguettínica y macarrónica.


Veamos sus estados emergentes y sinópticos más telemaquistas. Dicha definición es:


Malanguisimétrica Boniatomática Harinatroide Calabazónica Ajiaquística Croquetérica Soy un contrapelusista-croquetérico convencido, que es casi como decir que soy un cuentapropista-croquetérico convencido.


Bush y sus pistoleros tratan de destruir las bases ajiaquísticas en las que se fundamenta, einstenisticamente, la contrapelusa revolucionaria plúmbica, espaguettínica y macarrónica.


¡Pero están lejos de alcanzar sus ingrávidos y cacafuáticos propósitos multicelulares y pereztroikos!


Ya lo vocearon, a través de la agencia de prensa AP, los tambores en los bembés sinfónísticos de las diferentes tendencias contrapelusistas a nivel internacional:


Yamambó,

Yamambé serembe

cuserembá, comandanté,

comandanté.

Acuememe serembó

ae yambó aé!

Yamba, yambó ,

yambambé. Comandanté,

comandanté.


Zumba mamá la rumba y tambó mabimba, mabomba, mabomba y bombó.


¿Quié pusió la bomba?


Chaqui, chacán, chaqui, chaquiao,


Lo negro que tengo encerrao en la cárcel de Quivicán.Aé,Aé...¡Comandanté, comandanté!


Algo mencioné sobre el tema en mi última riflexión titulada “Elogio del Huevo Cubano”.


Amplío lo dicho en ese análisis: las posibilidades astronáuticas del Camello, como medio contrapelusante de transporte de pasajeros plurívocos, se salen de la órbita terrestre.


¿Vehículo galáctico o galactóforo?


Será lanzado desde un cañaveral que hay en el cabo, rumbo a la Galaxia-32.


Se escogió un camello de la ruta 32.


Galileo gritó: ¡Eureka!


Yo grito: ¡Equelecuá!


Sí. No cabe duda.


En el núcleo de la contrapelusa se mueve la guachipupa.


Por lo tanto, en materia económica concreta hay que planificar la trepidancia de los equinoccios, con tendencias alcistas, en la puja por el bombín de Barreto.


Los pelos se me pusieron de punta cuando hace pocos días un distinguido burócrata exclamó por televisión que, ahora que el periódico especial se acabó, nuestras exportaciones de contrapelusas las elevaríamos al tercer nivel de la Junta Central de Panificación.


Me dije: “¿De dónde habrá salido ese bárbaro? Tal vez sea una donación que nos envía Sancho Panza desde su ínsula de Baratavia”.


Ustedes, mis comprensivos riflexioneros, convendrán conmigo en que hay una energía nuclear de cuya existencia depende el tentempié.


¿Dónde podremos encontrar la energía nuclear que simboliza tamaño desatrancador?


En la polarización de los organismos arcaicos.


¡Exclusivamente ahí!


A quien la busque o quiera encontrarla en los canales transgénicos femeninos, debemos decirle: ¡erraren caballum est!


Impulsemos las hipotenusas descalzas, bailemos el cataplasmismo, sentémonos en la contrapala o en la chambelona iridiscente y bañémonos en el río que prosoprografía nuestros destinos pelúsicos.


Ya lo dijo un eminente sabio de Trebencio: una chiva ética pelética, pelín, pimplética, de ninguna manera podrá ser, jamás de los jamases, ¡una chiva ética peluda, pelín pimpluda!


¿Y qué panorama contemplarán nuestros ojos tan pronto comiencen a ponerse en práctica nacional, internacional y universalmente, mis orientaciones pelusísticas manifestadas en la presente riflexión?


Un panorama único, un paisaje que transmitirá la endecasibilidad de las siete potencias peripatimesónicas, ¡un paisaje multiforme de cráneos despoblados de pelos, sólo cubiertos de pelusas!


¡La Revolución necesita a las pelusas! ¡Sin pelusas no habría Revolución!

¡Las pelusas constituyen el alma de la Revolución!


A ustedes, lectoras, lectores y mixtos de mis riflexiones, les digo:


¡He ahí el Secreto de la Contrapelusa!



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