jueves, 19 de febrero de 2009

MENSAJE


A MIS COMPATRIOTAS Y AMIGOS;

AL MUNDO LIBRE;

AL PUEBLO ESPAÑOL

Y AL PUEBLO CUBANO:


En los momentos en que la comunidad internacional, encabezada por España en Europa, por China en Asia, por Venezuela en América Latina y por Angola en África, se dispone a ofrecer, al régimen totalitario y asesino de los castros, el imprescindible apoyo económico, político, militar y "moral" que necesita para mantenerse en el poder por tiempo impredecible,un (al parecer) agente de la Seguridad del Estado castrista, escudándose en el "anonimato" de internet, me envió, en fecha reciente, una indirecta, o directa, como se quiera pensar, amenaza de muerte, desaparición o tortura, como intimidación para que no siga escribiendo mis sátiras anticastristas.


Para mí no es nada nuevo: al darme la libertad el 23 de septiembre de 1997, después de haber permanecido más de tres meses en los calabozos tapiados de la Seguridad del Estado cubana (a causa de mis sátiras anticastristas) sometido a torturas físicas y psicológicas constantes y a violentos interrogatorios, el oficial del G-2 que había llevado mi caso me dice, sin pelos en la lengua y sin ningún respeto por los Derechos Humanos que "Si vuelve a caer preso, en el juicio podrá ser condenado a fusilamiento".


"Y tenga cuidado con lo que escriba o hable en el extranjero, si se va del país, porque el brazo de la Revolución es muy largo y llega a todas partes". Acuso al gobierno cubano de estar detrás de esta nueva amenaza de muerte contra mi persona, y reclamo del gobierno español, de la Unión Europea y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en mi carácter de asilado político, las máximas garantías para mi vida e integridad física y mental.


Lo mismo pido para mis hijos. Las sátiras anticastristas las seguiré escribiendo hasta el día en que mi Patria sea libre y democrática. Héctor Peraza LinaresPeriodista, escritor humorista,ex preso político cubano exiliado enEspaña.





Madrid, 15 de febrero de 2009


1 comentario:

M.Maria M. Coutinho dijo...

Não a tortura!
Meus comprimentos.
Não pode um homem sacrificar tantas vidas!!
isso é um absurdo!
Não aos ditadores!