jueves, 16 de abril de 2009

SATIRA

LOS BURLADORES BURLADOS

“Dijo la zorra al busto, después de olerlo:
Como éste hay muchos, que aunque parecen
hombres, sólo son bustos”
Félix María de Samaniego
(Fábulas en verso castellano)

Por: Héctor Peraza Linares

(descendiente literario de Tirso de Molina)




Carlos Lage, Felipe Pérez Roque, y un amigo de ambos llamado Conrado Hernández, juegan una partida de dominó en el patio de la finca de éste último, en Matanzas. Tres botellas de ron están sobre la mesa. Entre ellos se desarrolla, en medio de tragos, risotadas y carcajadas, la conversación siguiente:

Roque – Raúl ha ordenado construir una caja de muerto, para Fidel, de veinte metros de largo. ¿Saben por qué? Voy a salir por el doble cuatro. ¡Qué rico está este ron!

Lage – Yo no lo sé. Cuatro uno. ¡Sabroso que está el roncito!

Conrado Hernández – Yo tampoco. Uno cinco.

Pérez Roque – Para ver si se decide a estirar la pata… cinco dos.

Salen estruendosas carcajadas de sus tres gargantas.

Lage – Dice radio bemba que a Fidel no lo ha vuelto loco la enfermedad que padece. Me doblo en el dos.

Roque - ¿No? Dos seis.

Conrado Hernández - ¿No? Seis cinco.

Lage – No. Dice radio bemba que a Fidel lo ha vuelto loco Raúl desde que está de
presidente. Cinco tres.

Roque – Ven acá, Lage, entonces, ¿quién ha vuelto loco a Raúl? Tres cuatro.

Lage – A Raúl lo ha vuelto loco Fidel desde que está enfermo… Cuatro nueve.

Conrado Hernández - ¿Es decir que los dos están locos? Nueve dos.

Lage – Asi mismo es. Están locos de atar. No llevo.

Roque – Más bien están locos de colgar… dos siete.

Salen estruendosas carcajadas de sus tres gargantas. El trío se da nuevos tragos de ron.

Roque – Les voy a hacer una adivinanza. ¿Quién fue primero, el huevo o Fidel? Siete ocho.

Lage – El huevo. Ocho cuatro.

Roque – No. Fue Fidel, porque primero vino Fidel y después el huevo, que ha sido el alimento básico del pueblo cubano en estos cincuenta años. Cuatro cinco.

Carcajadas a tres bandas. Más buches de ron.

Lage – ¿Qué hubiera gritado Rodrigo de Triana, desde la carabela La Pinta, si el 12 de octubre de 1492, a las dos de la madrugada, al avistar la isla de guanahaní, hubiese visto a Fidel? Cinco uno.

Roque – No se me ocurre lo que hubiera gritado. Uno nueve

Conrado Hernández – Ni a mi tampoco. Nueve seis.

Lage – ¡Loco a la vistaaaaaaaaaaa! Seis ocho.

De tanto reír dan palmadas sobre la mesa y las fichas de dominó vuelan por los aires.

Lage - ¡Se trancó el dominó! Ocho cinco.

Roque - ¡Dale agua! Cinco uno.

Conrado – ¡Ustedes son unos bota gordas! Uno blanco.

Lage – No hagan trampas, señores. Blanco seis.

Roque - ¡Jueguen limpio! Seis nueve.

Conrado – Nueve dos..

Lage – ¡Me pego!

Roque - ¡Aquí hay trampa!

Los tres amigos, después de terminar de beberse las botellas de ron, caen al piso uno tras otro. Al despertar de la tremenda borrachera, descubren, aterrorizados, que se encuentran en el interior de un calabozo de la Seguridad del Estado. Un guardia, a través de las rejas, les entrega un papel, firmado por Fidel y Raúl, que trae escrito, bajo el membrete del periódico The New York Times, lo siguiente:

¡LOS QUE RÍEN ÚLTIMO, RÍEN MEJOR!

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